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Archive for marzo 2015

En un reciente trabajo publicado en la revista Comptes Rendus Palevol hemos presentado la secuencia del final del Pleistoceno medio de la cueva de Arlanpe y su relevancia para el conocimiento del Paleolítico Medio antiguo en el Norte de la Península Ibérica.

El final del Pleistoceno medio es un periodo interesante para investigar los procesos de transformación del comportamiento neandertal entre el Paleolítico Medio Antiguo y el Paleolítico Medio Reciente. Si ya en la Península Ibérica son escasos los yacimientos que tienen este periodo representado, en la región cantábrica son mucho más escasos. Uno de los mejores yacimientos para investigar estas cuestiones la cueva de Arlanpe, excavada entre 2006 y 2011, sobre cuyos niveles solutrenses ya hemos hablado previamente en Arkeobasque. Distintas evidencias (sedimentología, polen, microvertebrados, malacofauna, dataciones de U/Th y AAR) nos sitúan la base de la secuencia de Arlanpe entre el MIS7 y el MIS5 (175-80.000 BP), estando especialmente bien representados los momentos templados del MIS5. El registro arqueológico de esta secuencia nos describe a poblaciones de neandertales que se mueven por territorios muy extensos y que ocupan el yacimiento de manera diferente en el MIS6, momento en el cual es usado como un refugio ocasional, y en el MIS5, en el que se convierte en un área de intensa actividad.

Mapas de situación, plano de la cueva y estratigrafía de Arlanpe

Mapas de situación, plano de la cueva y estratigrafía de Arlanpe http://ars.els-cdn.com/content/image/1-s2.0-S163106831500010X-gr1.jpg

Las ocupaciones identificadas se pueden agrupar en tres grandes fases. Las más antiguas (SQ1) tienen una cronología superior a 165.000 años y son muy pobres tanto en industria lítica como en fauna. Las siguiente (SQ2) no ha sido datadas directamente pero los datos ambientales indican un clima relativamente frío que nos situaría en pleno MIS6. Este nivel presenta un rico conjunto arqueológico cuyas características principales son:

  • Una industria lítica en la que hay un uso mayoritario de materias primas locales, fundamentalmente lutita.
  • Se transportan al yacimiento útiles de sílex que están fabricados en variedades tan diversas como Flysch, Treviño o Urbasa, lo que indica un territorio de explotación extenso
  • Desde el punto de vista tecnológico destacan los sistemas de producción discoide y SSDA en lutita y Levallois y Laminar en sílex. El utillaje retocado es escaso, destacando las láminas retocadas y las puntas musterienses.
  • La fauna está dominada por animales de roquedo (cabra y rebeco), en este nivel está documentada la que probablemente es la cita más antigua de reno del cantábrico. Hay algunos episodios en los que la cueva funciona como cubil de carnívoros, estando presentes osos, lobos o panteras.
  • La abundancia de restos de caracoles sugiere que pudieron formar parte de la dieta de los neandertales que ocuparon el yacimiento.

Distintos tipos de sílex exógeno recuperados en el Paleolítico Medio antiguo de Arlanpe. Imagen obtenida de https://www.academia.edu/10668362/Industria_l%C3%ADtica_de_los_niveles_del_Paleol%C3%ADtico_Medio_Antiguo_y_Paleol%C3%ADtico_Superior_de_Arlanpe_Lemoa_Bizkaia_

Las ocupaciones del SQ3 se producen en un momento de oscilaciones climáticas, incluyendo momentos de clima cálido semejante al actual, que parecen corresponderse con el MIS5. Además esta parte de la secuencia es mucho más rica en restos arqueológicos:

  • De nuevo la materia prima más utilizada es la lutita, pero en este caso en una proporción aún mayor que en SQ2.
  • El sílex tiene un comportamiento semejante, pero son menos abundantes los soportes laminares.
  • Las cadenas operativas de explotación de la lutita se desarrollan de manera más completa en el yacimiento. Destaca la producción de grandes lascas de filos corticales (SSDA), la producción Discoide y la fabricación de utillaje bifacial.
  • Además de los bifaces fabricados en lutita hay utillaje pesado como choppers, fabricados en arenisca.
  • La fauna está de nuevo dominada por los animales de roquedo, pero hay presencia de carnívoros como el oso, lobo, cuón o la pantera.

La función del yacimiento parece que varía entre las ocupaciones de SQ2, que parecen mucho más efímeras, y las de SQ3 que muestran una actividad más intensa. En ambos casos la posición estratégica del yacimiento, con una buena visibilidad de la confluencia de los valles de Arratia e Ibaizabal, debió animar a los grupos de neandertales a establecer allí campamentos en los que se realizaron distintos tipos de actividades, más ocasionales en un primer momento, y más intensas durante el último interglaciar.

Macro utillaje en arenisca y lutita del SQ3. Imagen obtenida de: http://antiquity.ac.uk/projgall/rios-garaizar329/images/figure8big.jpg

Las características de los conjuntos Q2 y SQ3 del yacimiento de Arlanpe lo relacionan con una serie de yacimientos que, desde hace unos 250.000 años presentan una combinación de rasgos tecnológicos avanzados, como puede ser la captación y transporte de utillaje fabricado en materias primas exógenas, o la generalización de los sistemas Discoide y Levallois para la fabricación de utillaje sobre lasca; con otros rasgos tecnológicos más propios del Paleolítico Inferior como puede ser el uso generalizado de materias primas locales de calidad mediocre o la fabricación y uso de bifaces. En el caso de Arlanpe parece que los rasgos tecnológicos avanzados tienen que ver con la movilidad del grupo, mientras que los rasgos arcaizantes tienen que ver con la necesidad inmediata de un utillaje variado, incluyendo utillaje pesado, con el que realizar distintos tipos de actividades.

Este tipo de gestión tecnológica, así como la gestión de la subsistencia practicada en Arlanpe, que es muy dependiente de los recursos locales, contrasta con las practicadas al final del Paleolítico Medio regional, sobre las que ya tratamos en un reciente post. Esta comparación permite constatar una cierta evolución cultural de los grupos de neandertales entre los estadios isotópicos 6 y 3.

Referencias:

Rios-Garaizar, J., Garate Maidagan, D., Gómez-Olivencia, A., Iriarte, E., Arceredillo-Alonso, D., Iriarte-Chiapusso, M.J., Garcia-Ibaibarriaga, N., García-Moreno, A., Gutierrez-Zugasti, I., Torres, T., Aranburu, A., Arriolabengoa, M., Bailón, S., Murelaga, X., Ordiales, A., Ortiz, J.E., Rofes, J., San Pedro, Z., 2015. Short-term Neandertal occupations in the late Middle Pleistocene of Arlanpe (Lemoa, northern Iberian Peninsula). Comptes Rendus Palevol. (también en Academia and RG)

Rios-Garaizar, J., García-Moreno, A., 2015. Middle Paleolithic Mobility Patterns and Settlement System Variability in the Eastern Cantabrian Region (Iberian Peninsula): A GIS-Based Resource Patching Model, in: Conard, N.J., Delagnes, A. (Eds.), Settlement Dynamics of the Middle Paleolithic and Middle Stone Age Vol 4. Kerns Verlag, Tübingen, pp. 329–360.

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Acabamos de publicar en el volumen editado por N. J. Conard y A. Delagnes, titulado «Settlement Dynamics of the Middle Paleolithic and Middle Stone Age Vol 4» un artículo titulado: «Middle Paleolithic Mobility Patterns and Settlement System Variability in the Eastern Cantabrian Region (Iberian Peninsula): A GIS-Based Resource Patching Model«.

En este trabajo discutimos si la variabilidad de los comportamientos de las sociedades neandertales es una simple respuesta adaptativa a las transformaciones del medio o si, por el contrario, refleja cambios en la estructura social de estos grupos. Para responder a esta cuestión nos centramos en el registro arqueológico musteriense del los Pirineos Occidentales/Cantábrico Oriental (Rios-Garaizar 2012a), el área que distintos investigadores llevamos tiempo denominando la «Encrucijada Vasca» (Arrizabalaga 2007), en la que nos encontramos con yacimientos tan importantes como Axlor, Arrillor, Lezetxiki o Amalda, sobre los que hemos centrado esta investigación.

En el trabajo proponemos una reconstrucción hipotética del medio ambiente y del paisaje, así como de la distribución y disponibilidad de distintos tipos de recursos (siguiendo la metodología desarrollada en García-Moreno 2010, 2013a, 2013b). Para ello hemos modelizado el terreno circundante a los yacimientos, evaluando para un escenario estadial y uno interestadial la distribución hipotética de la vegetación teniendo en cuenta distintas variables como la pendiente, la altitud, la insolación, etc. y la distribución de la macrofauna asociada, a partir de una evaluación actualista de las apetencias de los distintos tipos de herbívoros (planicies, bosques o rocosas). Después hemos calculado el potencial faunístico de estos tres tipos de herbívoros con el registro arqueológico real de los distintos yacimientos, basándonos en las listas texonómicas publicadas por Altuna (1989, 1990) y Pedro Castaños (2005).

Modelo predictivo de vegetación del yacimiento de Axlor, izquierda estadial, derecha interestadial, arriba pino, abajo roble

Modelo predictivo de vegetación del yacimiento de Axlor, izquierda estadial, derecha interestadial, arriba pino, abajo roble

Además hemos evaluado, a partir del análisis integral de los conjuntos líticos (captación de materias primas, tecnología, gestión del utillaje y de las características de las distintas ocupaciones (estructuración del espacio, indicios de residencialidad más o menos prolongada, etc.), el tipo de gestión territorial, a una escala regional, practicada por los distintos grupos de neandertales, así como la función de los yacimientos.

Mapa en el que se muestra la posición de los cuatro yacimientos estudiados y de los principales afloramientos de material prima

Mapa en el que se muestra la posición de los cuatro yacimientos estudiados y de los principales afloramientos de material prima

El resultado de esta evaluación nos muestra que la variabilidad de las estrategias de caza (Rios-Garaizar 2012b) y de aprovisionamiento de utillaje (Rios-Garaizar, 2008) no están estrictamente relacionadas con los recursos disponibles en los entornos inmediatos de los yacimientos (distancia recorrida en 2h de marcha). Así por ejemplo en niveles como Axlor VIII/ se consume ciervo de manera preferente, una especie que no sería la más abundante en el escarpado entorno del yacimiento. En este mismo yacimiento también, aunque en este caso en los niveles superiores (III-V, B-D), se utiliza fundamentalmente sílex, una materia prima que no se encuentra en sus inmediaciones. Esto mostraría una discrepancia más que evidente entre los resultados esperables en una economía basada en lo que ofrece el medio inmediato y la realidad arqueológica.

Esta discrepancia nos lleva a proponer que la elección de distintos tipos de presas o de materias primas es el resultado de decisiones conscientes que en ocasiones exigen una gran capacidad de planificación. Asimismo esta interpretación nos indica que la variabilidad de comportamientos de los grupos de neandertales es el resultado de una evolución histórica y cultural de estas poblaciones y no una mera adaptación mecánica a distintos tipos de medios.

Referencias:

Altuna, J., 1989. La subsistance d’origine animal pendant le Moustérien dans la région Cantabrique (Espagne), in: Pathou, M., Freeman, L.G. (Eds.), L’Homme de Neandertal. La Subsistance. Actes Du Colloque International de Liège. Volume 6. ERAUL, Liège, pp. 41–43.

Altuna, J., 1990. Caza y alimentación procedente de los Macromamíferos durante el Paleolítico de Amalda, in: Altuna, J., Baldeón, A., Mariezkurrena, K. (Eds.), La Cueva de Amalda (Zestoa, País Vasco). Ocupaciones Paleolíticas Y Postpaleolíticas. Sociedad de Estudios Vascos, Donostia-San Sebastián, pp. 149–192.

Arrizabalaga, A., 2007. Frontières naturelles, administratives et épistémologiques. L’unité d’analyse dans l’archéologie du Paléolithique (dans le cas basque), in: Cazals, N., González Urquijo, J.E., Terradas, X. (Eds.), Frontières Naturelles et Frontières Culturelles Dans Les Pyrénées Préhistoriques. Fronteras Naturales Y Fronteras Culturales En Los Pirineos Prehistóricos. PUbliCan- Ediciones de la Universidad de Cantabria, Santander, pp. 27–37.

Castaños Ugarte, P., 2005. Revisión actualizada de las faunas de macromamíferos del Würm antiguo en la Región Cantábrica, in: Montes Barquín, R., Lasheras Corruchaga, J.A. (Eds.), Actas de La Reunión Científica: Neandertales Cantábricos. Estado de La Cuestión. Ministerio de Cultura, Madrid, pp. 201–207.

García-Moreno, A., 2010. Patrones de asentamiento y ocupación del territorio en el Cantábrico oriental al final del Pleistoceno. Una aproximación mediante SIG. PhD Thesis. Universidad de Cantabria.

García-Moreno, A., 2013a. Mobility Models and Archaeological Evidence: Fitting data into theory. In, Preston, P. (ed.) Mobility, transition and change in Prehistory and classical Antiquity. Proceedings of the Graduate Archaeology organisation conference on the Fourth and Fifth of April 2008 at Hertford college, oxford, UK, Archaeopress, Oxford, pp 83-94.

García-Moreno, A., 2013b. GIS-based methodology for Palaeolithic site location preferences analysis. A case study from Late Palaeolithic Cantabria (Northern Iberian Peninsula). Journal of Archaeological Science 40, 217-226.

Rios-Garaizar, J., 2008. Variabilidad tecnológica en el Paleolítico Medio de los Pirineos Occidentales: una expresión de las dinámicas históricas de las sociedades neandertales. Treballs d’Arqueologia 14, 172–195.

Rios-Garaizar, J., 2012a. Industria lítica y sociedad en la Transición del Paleolítico Medio al Superior en torno al Golfo de Bizkaia. PUbliCan – Ediciones de la Universidad de Cantabria, Santander.

Rios-Garaizar, J., 2012b. Técnicas de caza en el Paleolítico Medio del País Vasco. Isturitz. Cuadernos de Sección. Prehistoria-Arqueologia 12, 7–37.

Rios-Garaizar, J., García-Moreno, A., 2015. Middle Paleolithic Mobility Patterns and Settlement System Variability in the Eastern Cantabrian Region (Iberian Peninsula): A GIS-Based Resource Patching Model, in: Conard, N.J., Delagnes, A. (Eds.), Settlement Dynamics of the Middle Paleolithic and Middle Stone Age Vol 4. Kerns Verlag, Tübingen, pp. 329–360.

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Con motivo del día de la mujer trabajadora se ha inaugurado la «IV Semana Mujer y Ciencia: Antropología de género» organizada por el CENIEH y la UBU. Uno de los actos centrales de esta semana es la exposición «Evolución en clave de género» de la que he tenido el placer de ser asesor científico. Esta invitación me ha llevado a reflexionar sobre los estereotipos e imágenes que la sociedad tiene sobre el papel de la mujer en la prehistoria y sobre la responsabilidad de los investigadores, divulgadores y educadores, como agentes activos en la construcción de estos relatos. A continuación reproduzco una versión del texto que he realizado para el libreto que acompaña a la exposición.

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El otro día mientras mi pareja Ane, profesora de historia en educación secundaria, estaba preparando una clase de prehistoria para 1º de la ESO me llamó para ver que opinaba de un fragmento del libro de texto que utilizan. En éste se decía que en el Paleolítico las mujeres se encargaban de la recolección y la caza de pequeños animales, mientras que lo hombres cazaban las grandes presas. Este tipo de visiones están profundamente arraigadas en el imaginario popular y se transmiten a las nuevas generaciones mediante la enseñanza reglada.

Desgraciadamente carecemos de datos suficientes para detallar cómo funcionaban las sociedades del Paleolítico, cómo se organizaban y cómo se distribuían las tareas que aseguraban la reproducción social y cultural del grupo. Podemos imaginarnos una estructura social en torno a la edad, en la que los miembros de los distintos grupos de edad contribuyesen de manera diferente a las actividades del grupo. Podemos imaginar también, que el género sería una fuente de diferencias sociales. El sexo es una fuente de conflicto social y los condicionantes biológicos de hembras y machos en la especie humana, aunque similares, no son idénticos. Asimismo el análisis detallado del registro arqueológico permite observar en ocasiones otras fuentes de desigualdad en las sociedades paleolíticas en torno al control de la producción o a la preeminencia de ciertos individuos. Podemos tratar de evaluar el grado de desigualdad y el grado de división social del trabajo, pero difícilmente podemos ir más allá, y cuando termina la ciencia comienza el relato.

Los relatos son importantes porque nos ayudan a comprender una realidad fragmentada y perdida en el tiempo como es la del Paleolítico. Sin embargo los relatos son un arma peligrosa porque están cargados de intencionalidad. Así, los alimentamos con ideologías, creencias y opiniones estereotipadas sobre las que apenas reflexionamos. El relato al que me refería al inicio no deja de ser una narración estereotipada fruto una visión patriarcal de la sociedad de la que aún no nos hemos conseguido desprender.

Los relatos tienen además otro gran riesgo, porque homogeneizan una realidad que es inmensamente variable. Es impensable que en todos y cada uno de los grupos, pertenecientes a una decena de especies, que durante más de dos millones de años ocuparon casi toda la tierra, se dieran los mismos tipos de estructuras sociales y los mismos modelos de organización del trabajo. Esta enorme variabilidad tuvo, sin duda, cabida para un gran número de situaciones diferentes.

Todo este discurso me lleva a constatar varias cuestiones. Primero, que la variabilidad en la organización de las sociedades paleolíticas debió ser enorme. Segundo, que no tenemos argumentos científicos para defender que hubo una división estricta del trabajo en razón del género. Tercero, que las divisiones del trabajo no tenían porqué coincidir con el estereotipo de hombre-cazador mujer-recolectora.

Esta constatación arrastra asimismo una reflexión. Debemos alejarnos de éstas visiones estereotipadas, adoptar una postura crítica y tratar de construir un relato más preciso que sea capaz de reflejar la riqueza del comportamiento humano, también en lo que a cuestiones de género se refiere. La exposición “Evolución en clave de genero” es un buen punto de partida para reflexionar sobre estas cuestiones y propiciar la construcción de un relato menos esterotipado.

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