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Posts Tagged ‘Paleolítico’

Los primeros resultados acerca de la investigación multidisciplinar que estamos desarrollando en el yacimiento de Amalda III (Zestoa, Gipuzkoa) acaban de ser publicados en la prestigiosa revista Quaternary Science Reviews

La cueva de Amalda III fue explorada por primera vez entre 1983 y 1984 por el grupo Antxieta Arkeologi Taldea de Azpeitia. Fruto de esa primera excavación se reveló una secuencia arqueológica de varios niveles con ocupaciones del Paleolítico Medio. Después de las investigaciones realizadas ahora sabemos que estas ocupaciones comienzan en el MIS5 (con una industria Levallois con puntas musterienses y bifaces) y termina a inicios del MIS3 (con una industria de tipo Vasconiense)

En estos dos momentos de ocupación, separados por un hiato en el que la cueva a penas fue visitada, observamos cambios sustanciales en las condiciones ambientales y en las respuestas culturales de los grupos de neandertales a esos cambios ambientales. Así, en los niveles más antiguos observamos que los neandertales realizan un alto de corta duración, aprovechando para reparar algunas de sus puntas de lanza. En el nivel superior, sin embargo, realizan actividades mucho más intensas para las que necesitan utillaje pesado que fabrican con rocas volcánicas que encuentran en el entorno de Urola.

La existencia de estos cambios profundos en las sociedades neandertales ya se había sugerido anteriormente, pero es ahora con el análisis en profundidad de secuencias de polen, micromorfología, dataciones de OSL, y de conjuntos de fauna y de industria lítica que podemos acercarnos a describir mejor la naturaleza de estos cambios y su vinculación con los cambios ambientales.

La llegada, ocupación y desaparición de los neandertales en la Región Cantábrica sigue siendo un tema de intenso debate. Esta publicación sobre Amalda III nos permite realizar comparaciones profundas con otros yacimientos de la región para tratar de establecer los patrones y ritmos de cambio de las sociedades neandertales en este área geográfica y la adaptación de los mismos a los cambios ambientales producidos entre ca. 100.000 y 45.000 años.

Esta publicación es el resultado de años de intenso trabajo de numerosos especialistas de distintas instituciones de investigación. Las excavaciones e investigaciones realizadas en Amalda III han estado financiadas por la Diputación Foral de Gipuzkoa y por el ayuntamiento de Zestoa, y han contado con la inestimable colaboración de Antxieta Arkeologi Taldea y de Gordailua.

Referencias:

Rios-Garaizar, J., Sánchez-Romero, L., Arriolabengoa, M., Benito-Calvo, A., Expósito, I., del Val, M., Karambaglidis, T., Marín-Arroyo, A. B., Pérez-Garrido, C., Arenas-Sorriqueta, E., Eixea, A., Gómez-Olivencia, A., Agudo-Pérez, L., San Emeterio, A., & Antxieta Arkeologi Taldea. (2024). MIS5-MIS3 Neanderthal occupations at Amalda III cave (Northern Iberian Peninsula). Quaternary Science Reviews, 333, 108666. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.quascirev.2024.108666

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Acabamos de publicar un artículo titulado “Human colonisation and vegetation response to Late Pleistocene to mid-Holocene climate variability in Northern Iberia based on a multiproxy analysis of the Atxurra cave-fill” en el volume 637 (2024) de la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, En este trabajo, liderado por el especialista en paleovegetación de la UPV-EHU, Josu Aranbarri, se presentan los resultados del estudio micromorfológico, mineralógico, palinológico y antracológico realizados a partir de la secuencia exterior del yacimiento de Atxurra (Berriatua).

El Dr. Aranbarri obteniendo las muestras de polen en la sección de Atxura en 2017

El yacimiento de Atxurra fue excavado entre 1934 y 1935 por J.M. Barandiarán y T. Aranzadi. Las condiciones de la excavación, la tardía publicación de los resultados y los avatares sufridos por los materiales arqueológicos recuperados condicionaron el análisis y la interpretación del yacimiento y de su secuencia estratigráfica. Recientemente, publicamos una revisión integral de la excavación de la década de 1930, certificando la existencia de una ocupación Gravetiense en la base de la secuencia, la ausencia de Solutrense, la presencia de Magdaleniense Inferior, de Magdaleniense Superior, la ausencia de Aziliense y la presencia de Neolítico-Calcolítico (Rios-Garaizar et al., 2019).

Entre 2014 y 2015 refrescamos la sección preservada por Barandiarán en Atxurra en una superficie de 1,5 m2. En plena campaña de 2015 se produjo el hallazgo de los grabados paleolíticos del interior de Atxurra, cuyo contexto arqueológico hemos publicado recientemente, y entre 2016 y 2017 publicamos el contexto arqueológico de Armiña, en el interior del sistema kárstico. En 2017, muestreamos las secuencias de Armiña y de Atxurra, obteniendo un registro de micromorfología y de polen.

Secuencia de polen de arboles y arbustos

Mediante la combinación de datos de sedimentología y micromorfología, polen y antracología obtenidos en Atxurra hemos pretendido caracterizar los cambios en el medio ambiente del entorno de la cueva a lo largo del tiempo. Combinando estos datos con los de otros registros cercanos hemos pretendido establecer la variabilidad de las condiciones ambientales en la región entre hace 35.000 y hace 7.000 años. Finalmente hemos tratado de caracterizar los patrones de asentamiento de los grupos humanos entre el Gravetiense y el Neolítico en la costa oriental de Bizkaia para establecer correlaciones entre las condiciones ambientales y la intensidad y naturaleza de la presencia humana en esta región.

La secuencia definida en Atxurra tiene un total de ocho unidades estratigráficas (I-VIII), algunas de las cuales han sido subdivididas en subunidades. Las dos unidades inferiores (VIII y VII), descansan sobre una espesa colada estalagmítica. Apenas han proporcionado restos arqueopaleontológicos y no disponemos de dataciones. El nivel VI tiene una antigüedad de 33.500 años y ha proporcionado material lítico típico Gravetiense, con buriles de Noailles. Las unidades V y IV datan del Magdaleniense inferior con geométricos. La unidad III que apenas ha proporcionado material arqueológico, pero sí restos de fauna, ocuparía el espacio del Magdaleniense Medio regional. La unidad II ha proporcionado fechas del Magdaleniense Superior Final idénticas a las del nivel IV de Armiña y a las de la Repisa de los Caballos. Finalmente, la unidad I ha ofrecido dataciones holocenas, contemporáneas con el Neolítico regional.

Atxurra muestra la evidencia más antigua de ocupación humana en la Cuenca del Lea, datada en hace unos 33.500 años (Gravetiense antiguo). Los datos ambientales indican un entorno dominado por coniferas, especialmente pino, y enebros, con una extensión limitada del bosque mixto atlántico, lo que sugeriría un clima frío y seco.

Durante el Último Máximo Glaciar la cueva fue abandonada por los grupos humanos y a escala regional son escasos los yacimientos que presentan evidencias de ocupación durante este periodo, siendo el más notable Antoliñako Koba.

Posteriormente, entre hace 19.400 y 18.400 años el ambiente se caracteriza por el predominio a escala local y regional de coníferas, principalmente pinos y enebros montanos, acompañadas de hierbas esteparias y la práctica ausencia de árboles y arbustos meso-termófilos, lo que refleja un clima árido y frío. Durante esta fase se producen en Atxurra las ocupaciones del Magdaleniense Inferior, del que hay unos pocos yacimientos en la Región Cantábrica (Las Caldas, Ekain, Erralla o Abauntz).

Restos de combustión en el nivel IVb (Magdaleniense Inferior) de Atxurra

En el periodo que ocuparía el Magdaleniense Medio, representado en Arlanpe, Santimamiñe y Antoliñako Koba, la cueva es de nuevo abandonada.

A finales del Pleistoceno, hace unos 15.500 años , se produce una expansión progresiva de los elementos que componen el bosque mixto atlántico, coincidiendo con la expansión regional del Magdaleniense. Las ocupaciones del Magdaleniense Medio y Superior en el valle de Lea son abundantes. Santa Catalina, Lumentxa, Abittaga, Armiña, Laminak II y Goikolau han revelado ocupaciones del Magdaleniense Superior Final. Parte del arte rupestre de Lumentxa, Armintxe, Atxurra, Goikolau y Abittaga fue realizado muy probablemente durante el Magdaleniense Superior. Además, parece que esos yacimientos desempeñaron diferentes papeles en las estrategias de asentamiento de estos grupos de cazadores-recolectores. Por primera vez se observa una verdadera articulación del valle del Lea con campamentos centrales, campamentos de caza, espacios simbólicos, etc. Esto sugiere un cambio radical en los patrones de asentamiento, con una reducción de la movilidad de los grupos de cazadores-recolectores y una mayor territorialización. Este cambio en el patrón de asentamiento coincide con la extensión del bosque mixto atlántico y la reducción de los ambientes abiertos de tipo estepario observados en la secuencia del relleno de la cueva de Atxurra. Esto estaría relacionado la recuperación de la humedad y temperatura al final del Pleistoceno.

El final de la secuencia de Atxurra, formado hace unos 7.700-7.000 años se define por la extensión regional del bosque atlántico mixto con abedul, roble caducifolio, aliso, tilo y especialmente avellano como taxones principales. Este registro no muestra ninguna evidencia clara de impacto humano sobre el paisaje durante el Neolítico.

Referencia

Aranbarri, J., Arriolabengoa, M., Rios-Garaizar, J., Aranburu-Mendizabal, A., Uzquiano, P., Arranz-Otaegui, A., González-Sampériz, P., & Garate, D. (2024). Human colonisation and vegetation response to Late Pleistocene to mid-Holocene climate variability in Northern Iberia based on a multiproxy analysis of the Atxurra cave-fill. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 637, 111996. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.palaeo.2023.111996

Referencias adicionales

Arriolabengoa, M., Intxaurbe, I., Medina-Alcaide, M. Á., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., LÍbano, I., Bilbao, P., Aranburu, A., Cheng, H., Edwards, R. L., & Garate, D. (2020). From cave geomorphology to Palaeolithic human behaviour: speleogenesis, palaeoenvironmental changes and archaeological insight in the Atxurra-Armiña cave (northern Iberian Peninsula). Journal of Quaternary Science, 35(6), 841–853. https://doi.org/10.1002/jqs.3225

Garate, D., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Medina-Alcaide, M. Á., Arriolabengoa, M., Intxaurbe, I., Ruiz-López, J. F., Marín-Arroyo, A. B., Rofes, J., García Bustos, P., Torres, A., & Salazar, S. (2023). Unravelling the skills and motivations of Magdalenian artists in the depths of Atxurra Cave (Northern Spain). Scientific Reports, 13(1), 17340. https://doi.org/10.1038/s41598-023-44520-w

Intxaurbe, I., Arriolabengoa, M., Medina-Alcaide, M. Á., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Salazar, S., Líbano, I., & Garate, D. (2021). Quantifying accessibility to Palaeolithic rock art: Methodological proposal for the study of human transit in Atxurra Cave (Northern Spain). Journal of Archaeological Science, 125, 105271. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.jas.2020.105271

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Larrea Robles, M., Marín-Arroyo, A. B., Agudo Pérez, L., Cubas Morera, M., & Garate Maidagan, D. (2019). La secuencia prehistórica de la cueva de Atxurra (Berriatua, Bizkaia): evaluación de las excavaciones de J.M. Barandiarán Ayerbe (1934-1935). Munibe (Antropologia-Arkeologia), 70, 21–34. https://doi.org/https://doi.org/10.21630/maa.2019.70.15

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Arriolabengoa, M., Aranbarri, J., Rofes, J., Marín-Arroyo, A. B., Rivero, O., Intxaurbe, I., Arranz-Otaegui, A., Salazar, S., Medina-Alcaide, M. Á., & Garate, D. (2020). Sporadic occupation in Armiña cave during the Upper Magdalenian: What for? Journal of Archaeological Science: Reports, 30, 102271. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2020.102271

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Dudar de los datos que no han sido suficientemente contrastados resulta siempre un ejercicio saludable en ciencia. Si, además, lo hacemos armados con un espíritu crítico, nuevas metodologías y años de experiencia y datos acumulados, se pueden obtener resultados sorprendentes que van en contra de lo comúnmente asumido.

En el año 2016 un equipo liderado por el paleoantropólogo de la UPV/EHU, Asier Gómez Olivencia, comenzó a revisar los conjuntos de fauna excavados por J.M. Barandiarán en el yacimiento de Axlor (Dima, Bizkaia). Gracias a esa revisión se localizaron restos de aves y carnívoros consumidos por neandertales, siendo la primera evidencia clara de este tipo de consumo en el Norte de la Península Ibérica (Gómez-Olvencia et al., 2018) (ver esta entrada en Arkeobasque). En el transcurso de esa revisión se identificó un molar superior de neandertal mezclado con la fauna del nivel IV, esto animó a revisar los restos humanos conocidos y publicados por Basabe en los años 70, así como otros dos restos dentales y un fragmento de cráneo que fueron separados como posibles restos humanos por P. Castaños en la reordenación de la fauna de Axlor que se realizó en el año 2005.

El estudio de estos restos se abordó desde una perspectiva anatómica, analizando la morfología externa e interna a partir de microtomografía computerizada de los restos, el análisis de morfometría geométrica y la comparación con otros restos de neandertales, humanos modernos del Paleolítico Superior y humanos modernos actuales. Estos análisis arrojaron unos resultados sorprendentes para los restos dentales publicados por Basabe en 1973, ya que, con un alto grado de confianza, nos indicaban que estos restos no eran de neandertales, ¡si no de humános anatómicamente modernos! (Gómez-Olivencia et al., 2020).

Imágenes de los dientes y reconstrucciones 3D mediante microtomografía computerizada
Restos dentales un humano anatómicamente moderno de Axlor, estudiados por Basabe (1973) y Rostro Carmona (2013), probablemente pertenecientes al mismo individuo y tradicionalmente interpretados como neandertales (Gómez-Olivencia et al., 2020).

Esto nos dejó un poco descolocados, ya que suponía o bien que había humanos anatómicamente modernos en el Paleolítico Medio de Axlor o que esos restos eran de una época posterior y habían llegado a los estratos del Paleolítico Medio por accidente. La primera opción resultaba poco probable en el momento de la publicación (2020), aunque después hemos sabido que hace unos 50.000 años en el yacimiento de Mandrin, en Francia, estuvo un humano anatómicamente moderno (Slimak et al., 2022). Para contrastar la segunda posibilidad revisamos las publicaciones y cuadernos de campo de J. M. Barandiarán, y concluimos que estos restos humanos publicados en 1973 provenían de un contexto arqueológico poco seguro, por lo que planteamos la posibilidad de que fueran restos del Paleolítico Superior o de la Prehistoria Reciente removilizados desde su posición original al estrato donde los encontró J.M. Barandiarán. En cualquier caso, planteamos que esta incógnita sólo se podría resolver con dataciones directas sobre estos restos y análisis de ADN.

Sin embargo, el año pasado el equipo que actualmente investiga en el yacimiento de Axlor publicó una réplica a este trabajo en la que se cuestionaba la atribución de los restos excavados en 1967 a Homo sapiens (González-Urquijo et al., 2021). Su argumentación se basaba en que entendían que habíamos interpretado mal la morfología de los restos dentales y en que habíamos leído mal la estratigrafía del yacimiento. Para justificar esto presentaron una re-lectura de nuestros datos morfométricos y una serie de argumentos arqueológicos que validaban, según ellos, el contexto arqueo-estratigráfico de los restos.

Encabezamiento del artículo de réplica
Título de la réplica de González-Urquijo et al. 2021.

Ahora acabamos de publicar nuestra contra-réplica (Gómez-Olivencia et al., 2022). En ella hemos clarificado algunos aspectos de la publicación original y hemos mostrado que las críticas a nuestro análisis morfométrico no estaban fundamentadas. Además hemos mostrado la inconsistencia de las críticas vertidas en la réplica de González-Urquijo et al. certificando que el contexto de esos restos humanos es poco seguro y que pudo haber habido una intrusión de materiales recientes en la zona del yacimiento donde J.M. Barandiarán encontró los restos humanos. En definitiva, hemos mostrado que no hay argumentos anatómicos y morfométricos para atribuir estos restos a neandertales y que, al contrario, tienen características que indican que son humanos anatómicamente modernos. Además, dado los problemas del contexto, hemos planteado que estos restos probablemente no deben atribuirse a las ocupaciones musterienses del yacimiento.

Análisis de morfometría geométrica de un primer molar humano de Axlor (Dima, Bizkaia)
(a) Semilandmarks propuestos por González-Urquijo et al. (2021) en su corrección del contorno del M1 de Axlor; (b) contorno corregido usado originalmente por Gómez-Olivencia et al. (2020). (c and d) Vista oclusal-distal mostrando que la extensión de la faceta distal (marcada en rojo en d) no afecta al contorno oclusal. (e) Contorno del M1 de Krapina (Krapina 100, humano anatómicamente moderno) mostrando el hypocono abultado, típico de poblaciones neandertales y en poblaciones del Pleistoceno Medio (and also of European Middle Pleistocene populations; Bailey, 2004; Gómez-Robles et al., 2007; Martinón-Torres et al., 2012)

Referencias

Gómez-Olivencia, A., Sala, N., Núñez-Lahuerta, C., Sanchis, A., Arlegi, M., Rios-Garaizar, J., 2018. First data of Neandertal bird and carnivore exploitation in the Cantabrian Region (Axlor; Barandiaran excavations; Dima, Biscay, Northern Iberian Peninsula). Scientific Reports 8, 10551. https://doi.org/10.1038/s41598-018-28377-y

Gómez-Olivencia, A., López-Onaindia, D., Sala, N., Balzeau, A., Pantoja-Pérez, A., Arganda-Carreras, I., Arlegi, M., Rios-Garaizar, J., Gómez-Robles, A., 2020. The human remains from Axlor (Dima, Biscay, northern Iberian Peninsula). American Journal of Physical Anthropology 172. https://doi.org/10.1002/ajpa.23989

Gómez-Olivencia, A., López-Onaindia, D., Sala, N., Balzeau, A., Pantoja-Pérez, A., Arganda-Carreras, I., Arlegi, M., Rios-Garaizar, J., Gómez-Robles, A., 2022. The human remains found in 1967 in Axlor: Still not convincingly Neandertals: A reply to González-Urquijo et al. American Journal of Biological Anthropology n/a. https://doi.org/https://doi.org/10.1002/ajpa.24633

González-Urquijo, J., Bailey, S.E., Lazuen, T., 2021. Axlor’s level IV human remains are convincingly Neanderthals: A reply to Gómez-Olivencia et al. American Journal of Physical Anthropology n/a. https://doi.org/https://doi.org/10.1002/ajpa.24252

Slimak, L., Zanolli, C., Higham, T., Frouin, M., Schwenninger, J.-L., Arnold, L.J., Demuro, M., Douka, K., Mercier, N., Guérin, G., Valladas, H., Yvorra, P., Giraud, Y., Seguin-Orlando, A., Orlando, L., Lewis, J.E., Muth, X., Camus, H., Vandevelde, S., Buckley, M., Mallol, C., Stringer, C., Metz, L., 2022. Modern human incursion into Neanderthal territories 54,000 years ago at Mandrin, France. Science Advances 8, eabj9496. https://doi.org/10.1126/sciadv.abj9496

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Herramientas localizadas en el yacimiento al aire libre de Aranbaltza II ofrecen pistas acerca del proceso de extinción de los Neandertales en la Península Ibérica.


La arqueología es una disciplina dura, que exige una gran inversión de tiempo y energía para poder obtener resultados que sean relevantes para abordar las cuestiones que nos preocupan del pasado más remoto de la humanidad. Pocas veces tenemos la posibilidad de impactar realmente sobre alguna de estas cuestiones, y cuando esto sucede, es motivo de gran satisfacción. Este es el caso del estudio que acabamos de publicar en la revista PLOS ONE «The intrusive nature of the Châtelperronian in the Iberian Peninsula».

Portada del artículo.

Una de las cuestiones sobre las que más se ha escrito y discutido en arqueología paleolítica en los últimos 30 años es el proceso de desaparición de los Neandertales y la llegada de los Humanos Modernos a Europa. Este proceso, a veces denominado Transición del Paleolítico Medio al Superior, es especialmente complejo ya une a poblaciones de Neandertales con tecnología del Paleolítico Medio, a poblaciones de Humanos Modernos con tecnología del Paleolítico Superior que van ocupando Europa desde el Este, y otras poblaciones de Neandertales con tecnología del Paleolítico Superior (industrias transicionales) que según distintos autores pudieron haber desarrollado ellos mismos sin influencia externa, o por influencia de los Humanos Modernos, o por aculturación de los humanos modernos. Hay autores que incluso dudan que estas industrias, concretamente el Chatelperroniense, fueran realizadas por Neandertales, aunque en mi opinión existen hoy en día suficientes pruebas para afirmarlo. En el año 2000 comencé un proyecto doctoral sobre esta temática (Rios-Garaizar 2012) en el cual tuve la oportunidad de estudiar el Chatelperroniense de Labeko Koba (Rios-Garaizar 2008). Posteriormente en el año 2012 publicamos un estado de la cuestión sobre el Chatelperroniense en el Cantábrico Oriental en el que sólo identificábamos pequeños asentamientos que interpretamos como altos de caza (Rios-Garaizar et al., 2012a).

Puntas de Chatelperron: 1-3: Labeko Koba; 4 Vieux Coutets; 5 Ekain (a partir de Arrizabalaga
1995); 6-11 Gatzarria (a partir de Sáenz de Buruaga 1991); 12-13 Le Basté (a partir de Chauchat y Thibault
1968); 14-18 Cueva Morín (a partir de Maillo 2005). Publicada en Rios-Garaizar, 2012.

Poco después publicamos una colección de herramientas procedente de un contexto alterado al aire libre en Barrika (Rios-Garaizar et al., 2012b). Entre estas herramientas identificamos numerosas puntas de Chatelperrón lo que nos llevó a proponer la hipótesis de que en Aranbaltza existía un yacimiento Chatelperroniense al aire libre.

Materiales chatelperronienses sin contexto de Aranbaltza (Rios-Garaizar et al., 2012)

Esto nos llevó a plantear un proyecto de excavación en Barrika que comenzamos en 2013 y que todavía hoy continúa. En este proyecto hemos tenido grandes sorpresas, como el hallazgo de la herramienta de madera más antigua de la Península Ibérica o la localización de lo que parece un hábitat al aire libre de unos 50.000 años de antigüedad. No obstante, el principal objetivo del proyecto era documentar las ocupaciones chatelperronienses para comprender un poco mejor el proceso de desaparición del linaje Neandertal. Entre 2013 y 2016 excavamos en tres áreas, a ambos lados de la trinchera que había destruido parcialmente el yacimiento y conseguimos excavar las ocupaciones chatelperronienses en unos 14 m². Después han venido años de análisis y de estudios, entorpecidos por terribles desgracias, como el fallecimiento de mi amiga y co-directora del yacimiento, Iluminada Ortega, y otras dificultades. Por ejemplo, los últimos dibujos de piezas los realizamos en el verano de 2020, justo cuando nos liberaron del primer confinamiento.

Dibujando una punta de chatelperrón rota en proceso de fabricación

En todo este proceso ha participado mucha gente, desde el equipo científico que firma el manuscrito, a los numerosos voluntarios que han colaborado en la excavación. Además, el proyecto ha contado con la colaboración de numerosas instituciones, entre las que destaca la Diputación Foral de Bizkaia que ha subvencionado los trabajos de campo en Aranbaltza desde el año 2013.

Equipo de excavación, campaña de 2016. De izquierda a derecha: Irantzu Bilbao, Iluminada Ortega, Iñaki Líbano, Daniel Ruiz, Gonzalo Solar, Juan Vizcaíno, Ander Ugarte, Maitane Larrea, Encarni Regalado, Fazia Bouchaud, Marta López de Murillas. Abajo Joseba Rios.

Pero vayamos a los resultados del estudio. Hemos publicado un artículo corto, de 18 páginas, que va acompañado de una extensa información suplementaria (111 páginas) con muchos detalles acerca del descubrimiento del yacimiento, los trabajos de excavación realizados en él, el estudio de la industria lítica, la geología, los procesos de formación del yacimiento y la cronología del mismo. Todo junto completa casi una monografía ¡de casi 130 páginas!

En el trabajo planteamos que las poblaciones de Neandertales en la Península Ibérica estaban experimentando procesos de extinción local y de reemplazo por otros grupos de Neandertales antes de la llegada de los Humanos modernos. Basamos esta idea en que Los grupos de Neandertales con cultura Musteriense habitan la región cantábrica hasta hace unos ca. 45.000 años. En los últimos años hemos realizado una importante investigación sobre el final del Paleolítico Medio en el Norte de la Península Ibérica, y las últimas evidencias se encuentran en yacimientos como Amalda I (Zestoa, Gipuzkoa), Arrillor (Zigoitia, Araba), El Cuco (Castro Urdiales, Cantabria) y siempre son más antiguas de 45.000 años (Marín-Arroyo et al., 2018). En el propio yacimiento de Aranbaltza I hay una ocupación Musteriense de unos 47-49.000 años de antigüedad. En Francia se ha defendido la tesis de que el Chatelperroniense surge como una evolución local del Musteriense, en parte por la influencia de los Humanos Modernos, que hace 45.000 años están ya en el Este y Centro de Europa. En la Región Cantábrica no se documenta ningún ejemplo claro de una posible evolución local, es más el Chatelperroniense documentado en yacimientos como Aranbaltza II, Labeko Koba (Arrasate, Gipuzkoa) o Ekain (Zestoa, Gipuzkoa), aparece ya en formas muy evolucionadas sin rastro alguno de tecnología Musteriense.

Utillaje lítico chatelperroniense de Aranbaltza II.

Esto nos lleva a plantear que el Chatelperroniense en la Región Cantábrica no es el producto de una evolución local, sino que llega de la mano de grupos de Neandertales que vienen de Francia. Si unimos las dos ideas podemos proponer un escenario en el que los grupos del neandertales con tecnología Musteriense se extinguen localmente o abandonan la Región Cantábrica hace unos 45.000 años. Poco después, otros grupos de Neandertales con tecnología Chatelperroniense, provenientes del SW de Francia, ocupan la Región Cantabrica de manera efímera. Finalmente los primeros grupos de Humanos Modernos llegan casi inmediatamente después y el linaje de los neandertales desaparece. Este escenario tiene implicaciones importantes para comprender que los neandertales vivían una situación de debilidad demográfica, incluyendo fenómenos de extinción regional, antes de la llegada de los Humanos Modernos. Esta debilidad demográfica, que pone de manifiesto la investigación realizada en Aranbaltza II, explicaría en parte el porqué de la desaparición del linaje neandertal.

Distribución del Chatelperroniense y otras conjuntos transicionales entre ca. 45-40.000 años.

Referencia:

Rios-Garaizar, J., Iriarte, E., Arnold, L.J., Sánchez-Romero, L., Marín-Arroyo, A.B., San Emeterio, A., Gómez-Olivencia, A., Pérez-Garrido, C., Demuro, M., Campaña, I., Bourguignon, L., Benito-Calvo, A., Iriarte, M.J., Aranburu, A., Arranz-Otaegui, A., Garate, D., Silva-Gago, M., Lahaye, C., Ortega, I., n.d. The intrusive nature of the Châtelperronian in the Iberian Peninsula. PLoS ONE. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0265219

Referencias adicionales:

Marín-Arroyo, A.B., Rios-Garaizar, J., Straus, L.G., Jones, J.R., de la Rasilla, M., González Morales, M.R., Richards, M., Altuna, J., Mariezkurrena, K., Ocio, D., 2018. Chronological reassessment of the Middle to Upper Paleolithic transition and Early Upper Paleolithic cultures in Cantabrian Spain. PLOS ONE 13, e0194708.

Rios-Garaizar, J., 2008. Nivel IX (Chatelperroniense) de Labeko Koba (Arrasate-Gipuzkoa): gestión de la industria lítica y función del sitio. Munibe (Antropologia-Arkeologia) 59, 25–46.

Rios-Garaizar, J., 2012. Industria lítica y sociedad en la Transición del Paleolítico Medio al Superior en torno al Golfo de Bizkaia. PUbliCan – Ediciones de la Universidad de Cantabria, Santander.

Rios-Garaizar, J., Arrizabalaga, Á., Villaluenga, A., 2012a. Haltes de chasse du Châtelperronien de la Péninsule Ibérique. Labeko Koba et Ekain (Pays Basque Péninsulaire). L’Anthropologie 116, 532–549. https://doi.org/http://dx.doi.org/10.1016/j.anthro.2012.10.001

Rios-Garaizar, J., Libano Silvente, I., Garate Maidagan, D., 2012b. El yacimiento chatelperroniense al aire libre de Aranbaltza (Barrika, Euskadi). Munibe (Antropologia-Arkeologia) 63, 81–92.

Rios-Garaizar, J., López-Bultó, O., Iriarte, E., Pérez-Garrido, C., Piqué, R., Aranburu, A., Iriarte-Chiapusso, M.J., Ortega-Cordellat, I., Bourguignon, L., Garate, D., Libano, I., 2018. A Middle Palaeolithic wooden digging stick from Aranbaltza III, Spain. PLOS ONE 13, e0195044. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0195044

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Iriarte, E., López-Bultó, O., Arnold, L.J., Bourguignon, L., Iriarte-Chiapusso, M.-J., Pérez-Garrido, C., Piqué, R., Campaña Lozano, I., Bermejo Albarrán, L., Sánchez-Romero, L., Demuro, M., Marín-Arroyo, A.B., Lahaye, C., Aranburu, A., Arranz-Otaegui, A., Cubas, M., Benito-Calvo, A., Garate, D., Gómez-Olivencia, A., Ortega, I., 2020. El complejo arqueológico de Aranbaltza (Barrika, Bizkaia). Una ventana a las formas de vida de los Neandertales fuera de las cuevas en la Región Cantábrica, in: Actualidad de La Investigación Arqueológica En España II. Museo Arqueológico Nacional, Madrid, pp. 29–44.

Sánchez-Romero, L., Benito-Calvo, A., Iriarte, E., Emeterio, A.S., Ortega, I., Rios-Garaizar, J., 2022. Unraveling Châtelperronian high-density accumulations: the open-air site of Aranbaltza II (Bizkaia, Spain). Archaeological and Anthropological Sciences 14, 77. https://doi.org/10.1007/s12520-022-01541-2




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Os presento un listado sobre las publicaciones del proyecto de investigación de Aranbaltza. La iremos actualizando a medida que vayan saliendo publicados más trabajos. Todos los artículos tienen un enlace donde se pueden descargar los pdf o los modelos digitales.

Generales:

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Iriarte, E., López-Bultó, O., Arnold, L.J., Bourguignon, L., Iriarte-Chiapusso, M.-J., Pérez-Garrido, C., Piqué, R., Campaña Lozano, I., Bermejo Albarrán, L., Sánchez-Romero, L., Demuro, M., Marín-Arroyo, A.B., Lahaye, C., Aranburu, A., Arranz-Otaegui, A., Cubas, M., Benito-Calvo, A., Garate, D., Gómez-Olivencia, A., Ortega, I., 2020. El complejo arqueológico de Aranbaltza (Barrika, Bizkaia). Una ventana a las formas de vida de los Neandertales fuera de las cuevas en la Región Cantábrica, in: Actualidad de La Investigación Arqueológica En España II. Museo Arqueológico Nacional, Madrid, pp. 29–44. [enlace]

Paleolítico Medio antiguo

Arkeologi Museoa, 2021. El palo cavador de Aranbaltza III. Folleto de la exposición Pieza a Pieza del Arkeologi Museoa. Bilbao. 2 p. [enlace]

Rios-Garaizar, J., López-Bultó, O., Iriarte, E., Pérez-Garrido, C., Piqué, R., Aranburu, A., Iriarte-Chiapusso, M.J., Ortega-Cordellat, I., Bourguignon, L., Garate, D., Libano, I., 2018. A Middle Palaeolithic wooden digging stick from Aranbaltza III, Spain. PLOS ONE 13, e0195044. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0195044 [enlace]

Rios-Garaizar, J., San Emeterio Gómez, A., Trebolazabala Hurtado, A., 2021. Un bifaz del Paleolitico Medio localizado en el entorno del yacimiento de Aranbaltza (Barrika, Bizkaia). Munibe (Antropologia-Arkeologia) 72, 19–23. [enlace]

Chatelperroniense:

Rios-Garaizar, J., Libano Silvente, I., Garate Maidagan, D., 2012. El yacimiento chatelperroniense al aire libre de Aranbaltza (Barrika, Euskadi). Munibe (Antropologia-Arkeologia) 63, 81–92. [enlace]

Rios-Garaizar, J., Iriarte, E., Arnold, L.J., Sánchez-Romero, L., Marín-Arroyo, A.B., San Emeterio, A., Gómez-Olivencia, A., Pérez-Garrido, C., Demuro, M., Campaña, I., Bourguignon, L., Benito-Calvo, A., Iriarte, M.J., Aranburu, A., Arranz-Otaegui, A., Garate, D., Silva-Gago, M., Lahaye, C., Ortega, I., n.d. The intrusive nature of the Châtelperronian in the Iberian Peninsula. PLoS ONE. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0265219 [enlace]

Sánchez-Romero, L., Benito-Calvo, A., Iriarte, E., Emeterio, A.S., Ortega, I., Rios-Garaizar, J., 2022. Unraveling Châtelperronian high-density accumulations: the open-air site of Aranbaltza II (Bizkaia, Spain). Archaeological and Anthropological Sciences 14, 77. https://doi.org/10.1007/s12520-022-01541-2 [enlace]

Prehistoria reciente:

Rios-Garaizar, J., Cubas, M., Garate Maidagan, D., Libano Silvente, I., Ugarte Cuétara, A., Vega López, S., Regalado Bueno, E., San Emeterio Gómez, A., Tapia, J., García Moreno, A., Trebolazabala Hurtado, A., Aketxe Agirre, A., 2018. Late prehistoric coastal settlement patterns in the Cantabrian region, northern Spain. Antiquity 92. https://doi.org/10.15184/aqy.2018.152 [enlace]

Paleolítico al aire libre:

Arrizabalaga, A., Rios-Garaizar, J., Alvarez-Alonso, D., 2015. The past is out there: Open-air Palaeolithic sites and new research strategies in the Cantabrian region (northern Iberia). Quaternary International 364, 181–187. https://doi.org/10.1016/j.quaint.2014.07.051 [enlace]

Rios-Garaizar, J., 2015. El hábitat paleolítico al aire libre en Bizkaia. Kobie (Paleoantropología) 34, 157–168. [enlace]

Modelos digitales:

CENIEH Labs (2020): Aranbaltza III bifacial tool on trachyte 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba (2016): Aranbaltza III Levallois bidirectional flint core 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba (2016): Aranbaltza I Levallois recurrent centripetal flint core 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba (2017): Aranbaltza III digging-stick 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba (2017): Aranbaltza I Levallois recurrent centripetal flint core 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba (2018): Aranbaltza III digging-stick 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba (2020): Aranbaltza III basalt bifacial tool 3D model. Sketchfab [enlace]

Rios-Garaizar, Joseba; San Emeterio, Aixa; Trebolazabala, Alesander (2021): Middle Paleolithic basalt handaxe (biface) (Lastarri, Basque Country) 3D model. figshare. Media. https://doi.org/10.6084/m9.figshare.17026085.v1 %5Benlace]

Rios-Garaizar, Joseba; San Emeterio, Aixa (2022): Châtelperronian bidirectional (bipolaire décalé) blade core from Aranbaltza II #AAM.16.400192. figshare. Figure. https://doi.org/10.6084/m9.figshare.17871749.v1 %5Benlace]

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Este año ha sido raro, por muchos motivos, entre la pandemia y el cambio de trabajo (del CENIEH al Arkeologi Museoa) he dejado de lado un poco el blog y las comunicación en redes sociales. Esto no quiere decir que haya dejado de hacer cosas o de investigar, ¡ni mucho menos!

Por esto he decidido hacer una lista con resúmenes de las publicaciones en las que he colaborado y que han visto la luz en este año, algunas muy recientemente. Como veréis sigo muy centrado en el tema del final del Paleolítico Medio e inicios del Superior, aunque he podido colaborar en otras publicaciones muy interesantes sobre arte rupestre o sobre el Achelense en África.

Rodríguez-Almagro et al. 2021. Ecological conditions during the Middle to Upper Palaeolithic transition (MIS 3) in Iberia: the cold-adapted faunal remains from Mainea, northern Iberian Peninsula. Borea 50, 686-708. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/bor.12501

En este trabajo se presentaron los restos de rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis ) y mamut (Mammuthus primigenius) recuperados en la sima de Mainea (Uitzi, Navarra). Estos animales probablemente cayeron a la sima y murieron allí, sin que actuasen sobre ellos humanos o grandes carnívoros. Este es uno de los yacimientos de la Península Ibérica que ha proporcionado un mayor número de restos de rinoceronte lanudo. Uno de estos restos ha proporcionado una fecha de ca. 45.000 años, lo que situaría el momento de su depósito en una fase del estadio isotópico 3 (MIS 3) caracterizada por una gran inestabilidad climática. Los resultados isotópicos obtenidos además sugieren que en esta época estas especies encontraron en las altas planicies de esta zona de Navarra unas condiciones semejantes a las de las frías planicies del norte de Europa que eran su hábitat natural. Curiosamente este momento coincide con una probable crisis demográfica de los últimos grupos de neandertales en el norte de la Península Ibérica (Marín-Arroyo et al., 2018). Estos resultados muestran que, tal vez, el empeoramiento de las condiciones ambientales y esta crisis demográfica pudieron tener un fuerte impacto a escala local en las poblaciones de neandertales.

Mandíbulas y dientes aislados de Coelodonta antiquitatis del yacimiento de Mainea (Uitzi, Navarra)

Intxaurbe et al., 2021. Quantifying accessibility to Palaeolithic rock art: Methodological proposal for the study of human transit in Atxurra Cave (Northern Spain). Journal of Archaeological Science 125, 105271. https://doi.org/10.1016/j.jas.2020.105271

En este trabajo se presenta una propuesta metodológica para analizar y modelar la movilidad dentro de las cuevas con arte rupestre durante el paleolítico. Esta es una cuestión especialmente relevante porque son frecuentes los casos en los que el arte rupestre se desarrolla en zonas de difícil acceso, en ocasiones muy alejadas de las entradas naturales a las cavidades. La metodología incorpora la realización de modelos de coste y de rutas optimas a partir del procesado de datos 3D mediante el uso de SIG. En este trabajo se señala, además, la relevancia que tienen los estudios geomorfológicos y arqueológicos para evaluar los cambios producidos en los sistemas kársticos. Finalmente, se avanzan algunos de los resultados de esta investigación al caso concreto de la cueva con arte rupestre de Atxurra (Berriatua, Bizkaia), y se concluye que fue necesario un profundo conocimiento de la cavidad, fuerza física, habilidad y experiencia en la exploración cavernaria para poder acceder a los sectores decorados de la cueva.

Representación de la ruta óptima hacia un de los sectores decorados de la cueva de Atxurra.

Bello-Alonso et al., 2021. The first comprehensive micro use-wear analysis of an early Acheulean assemblage (Thiongo Korongo, Olduvai Gorge, Tanzania). Quaternary Science Reviews, 263, 106980. https://doi.org/10.1016/j.quascirev.2021.106980

En este trabajo se presentan los resultados del análisis funcional de la industria lítica del yacimiento achelense de Thiongo-Korongo (Olduvai, Tanzania), datado en 1,3 millones de años. Este trabajo supone uno de los primeros en abordar la función del utillaje sobre lasca del Achelense más antiguo. Los resultados, a pesar de las dificultades de conservación de las huellas, muestran actividades de carnicería, de trabajo de madera y de procesado de tubérculos. Estas huellas se han reconocido en los utensilios de cuarcita y basalto gracias a los protocolos experimentales desarrollados por la doctora Bello-Alonso (2019, 2020). Los resultados muestran una amplio rango de actividades lo que sugiere unas bases de subsistencia más complejas que lo que tradicionalmente se había planteado para este periodo.

Huellas de corte de tubérculos en una lasca de cuarcita Naibor (TK, Olduvai, Tanzania).

Sánchez-Romero et al., 2021. Defining and Characterising Clusters in Palaeolithic Sites: a Review of Methods and Constraints. Journal of Archaeological Method and Theory, https://doi.org/10.1007/s10816-021-09524-8

En este trabajo reflexionamos acerca de los estudios espaciales en la arqueología paleolítica, y cómo se ha pasado de definir únicamente concentraciones de materiales a modelizar los procesos de formación de los yacimientos desde una perspectiva geo-arqueológica con ayuda de sistemas de información geográfica (GIS) y estadística inferencial aplicada a problemas espaciales. Estas herramientas son especialmente valiosas para identificar patrones de acumulación que permitan después un análisis mas preciso a través de otras técnicas como los análisis de fabrica y direcciones, la tafonomía de los restos arqueológicos o el estudio de la composición de los conjuntos. Estos procesos permiten identificar, caracterizar y evaluar las agrupaciones, distinguiendo procesos naturales de acumulación de otros de naturaleza antrópica. Esta metodología se ha aplicado con éxito, adaptándose a las circunstancias particulares, en yacimientos en cueva y al aire libre del Pleistoceno medio y superior (Ambrona, Amalda I y Aranbaltza II).

Distribuciones con Kernell y K-Means de Aranbaltza II.

Rios-Garaizar y Eixea, 2021, Lithic technological choices of late Neandertals in a mountain environment south of the Ebro Valley, Iberian Peninsula (Peña Miel level e). Archaeological and Anthropological Sciences, https://doi.org/10.1007/s12520-021-01360-x

En este trabajo presentamos un estudio actualizado de la industria lítica del nivel e de la cueva de Peña Miel (Nieva de Cameros, La Rioja). Esta cueva se sitúa en el valle del Iregua, que conecta el valle del Ebro con la Meseta. El yacimiento se excavó en la década de los 80 y el nivel e, datado en hace unos 45.000 años, representa uno de los niveles del Paleolítico Medio más recientes del norte de la Península Ibérica. El estudio ha mostrado un uso combinado de materiales transportados al yacimiento desde distancias superiores a los 25 km, como el sílex de Villar de la Torre o de Treviño, y de rocas locales como la cuarcita o la caliza. Mediante una gestión a través de sistemas Levallois, Discoide y la fabricación de macro-útiles, se obtienen herreamientas, especialmente puntas pseudolevallois, que se usan de manera inmediata en el yacimiento. Esto nos ha llevado a interpretar el nivel e como una ocupación ocasional, probablemente estacional, dedicada a la explotación del entorno agreste de la cueva. Además, hemos identificado elementos tecnológicos que vinculan estas ocupaciones con otras, contemporáneas, del norte de la Península Ibérica, como Amalda I.

Materiales discoides en cuarcita del nivel e de Peña Miel

García-Moreno et al., 2021. El Niño Cave (Aýna, Albacete, Spain): Late Middle Palaeolithic, Rock Art, and Neolithic Occupations from Inland Iberia. Proceedings of the Prehistoric Society, 87, 73-81. https://doi.org/10.1017/ppr.2021.14

En este trabajo hacemos un repaso a las investigaciones realizadas en los últimos 10 años la Cueva del Niño. Este yacimiento, situado en la Sierra de Segura, se conoce desde los años 70 por sus pinturas rupestres de época paleolítica y sus manifestaciones de arte levantino. Además, poco después del descubrimiento de las pinturas I. Davidson realizó distintos sondeos en el yacimiento recuperando una larga secuencia que posteriormente (García Moreno et al., 2014) fue atribuida al Paleolítico Medio. Por otro lado el yacimiento contiene evidencias neolíticas (7153–6791 cal. BP) que se encuentran entre las más antiguas de la Península, evidenciando el proceso de transformación de las sociedades de cazadores-recolectores a sociedades agrícola-ganaderas en el interior de la Península Ibérica.

Panel principal con pinturas paleolíticas.

Demidenko et al., 2021. Epiaurignacian industry with Sagaidak-Muralovka-type microliths industry in the south of Eastern Europe and Eastern Central Europe and its lithic artefact fossil types. Študijné zvesti, vol. Suppl. 2, no. Suppl. 2, 93-110. 0560-2793. DOI: https://doi.org/10.31577/szausav.2021.suppl.2.7

En este trabajo coordinado por Y.E. Demidenko, se define una industria particular del este y centro de Europa que se desarrolla a finales del Último Máximo Glaciar. Esta industria se define por la producción, a partir de raspadores carenados, de microlítos tipo Sagaidak-Muralovka. Es especialmente interesante el conjunto de Mohelno, en la República Checa, en el que se han localizado estructuras de habitación de grupos que han sido interpretados como poblaciones pioneras que re-ocupan los territorios periglaciares una vez que los glaciares del norte de Europa se van retrayendo (Rios-Garaizar et al., 2019).

Utillaje típico del EASMM en Centroeuropa (Mohelno y Rosemburg).

Rios-Garaizar et al., 2021. Un bifaz del Paleolitico Medio localizado en el entorno del yacimiento de Aranbaltza (Barrika, Bizkaia). Munibe (Antropologia-Arkeologia) 72. https://doi.org/10.21630/maa.2021.72.16

En esta pequeña nota de avance presentamos el hallazgo de un bifaz de basalto en Lastarri, cerca del yacimiento de Aranbaltza. Se analizan sus características morfo-tecnológicas en relación con los bifaces atribidos al Paleolítico Inferior y Medio en el área cantábrica del País Vasco y se concluye que probablemente este bifaz está relacionado con las ocupaciones del Paleolítico Medio de Aranbaltza (120-55.000 años).

Bifaz de Lastarri (Barrika, Bizkaia)

Rivero et al., 2022. To be or not to be: reassessing the origins of portable art in the Cantabrian Region (Northern Spain). Archaeological and Anthropological Sciences 14:18. https://doi.org/10.1007/s12520-021-01488-w

En este trabajo, el equipo coordinado por la doctora Rivero plantea la revisión, con una metodología actualizada, de todas los objetos publicados previamente como objetos de arte mueble del Musteriense, Auriñaciense y Gravetiense de la Región Cantábrica. Así, se ha documentado un hueso decorado del nivel 22 de Cueva Morín (Villasescusa, Cantabria), con incisiones lineales semejantes a las de otros huesos, como las de un hueso decorado del nivel N de Axlor (Dima, Bizkaia) (Mozota Holgueras, 2012), u las de otros ejemplos de Europa y Próximo Oriente. También se atribuye al Paleolítico Medio una plaqueta triangular con grabados profundos del nivel 18b de la cueva de El Castillo (Puente Viesgo, Cantabria). Por otro lado se valora la ausencia manifiesta de arte mueble figurativo en el Auriñaciense, algo que contrasta con la situación en otras regiones, como el Jura Swabo, y la escasez de arte mueble figurativo también en el Gravetiense. Esto parece sugerir que el arte mueble figurativo sobre piedra o hueso tiene una importancia muy limitada en las sociedades de inicios del Paleolítico Superior cantabrico. En el trabajo también se discuten algunos artefactos considerados como muestras de arte mueble (siendo los más polémicos los del nivel 18b de El Castillo), y se dan interpretaciones más precisas a otros como el compresor del nivel 12 de El Castillo o el Antropomorfo del nivel IV de Cueva Morín.

Hueso grabado del nivel 22 de Cueva Morín


Hueso grabado del nivel N de Axlor (Mozota Holgueras, 2012)

Referencias adicionales:

Bello-Alonso, P., Rios-Garaizar, J., Panera, J., Pérez-González, A., Rubio-Jara, S., Rojas-Mendoza, R., Domínguez-Rodrigo, M., Baquedano, E., Santonja, M., 2019. A use-wear interpretation of the most common raw materials from the Olduvai Gorge: Naibor Soit quartzite. Quaternary International. https://doi.org/10.1016/J.QUAINT.2019.09.025

Bello-Alonso, P., Rios-Garaizar, J., Panera, J., Martín-Perea, D.M., Rubio-Jara, S., Pérez-González, A., Rojas-Mendoza, R., Domínguez-Rodrigo, M., Baquedano, E., Santonja, M., 2020. Experimental approaches to the development of use-wear traces on volcanic rocks: basalts. Archaeological and Anthropological Sciences 12, 128. https://doi.org/10.1007/s12520-020-01058-6

García Moreno, A., Rios-Garaizar, J., Marín Arroyo, A.B., Ortíz, J.E., Torres, T. de, López-Dóriga, I., 2014. La secuencia musteriense de la Cueva del Niño (Aýna, Albacete) y el poblamiento neandertal en el sureste de la Península Ibérica. Trabajos de Prehistoria 72, 221–241. https://doi.org/10.3989/tp.2014.12132

Marín-Arroyo, A.B., Rios-Garaizar, J., Straus, L.G., Jones, J.R., de la Rasilla, M., González Morales, M.R., Richards, M., Altuna, J., Mariezkurrena, K., Ocio, D., 2018. Chronological reassessment of the Middle to Upper Paleolithic transition and Early Upper Paleolithic cultures in Cantabrian Spain. PLOS ONE 13, e0194708.

Mozota Holgueras M., 2012. El hueso como materia prima: el utillaje óseo del final del musteriense en el sector central del norte de la península ibérica. Universidad de Cantabria, Tesis doctoral

Rios-Garaizar, J., Škrdla, P., Demidenko, Y.E., 2019. Use-wear analysis of the lithic assemblage from LGM Mohelno-Plevovce site (southern Moravia, Czech Republic). Comptes Rendus – Palevol 18. https://doi.org/10.1016/j.crpv.2018.11.002

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Hornos de la Peña es un yacimiento emblemático de la Prehistoria de la región cantábrica. En 1903 Lorenzo Sierra descubrió en la cavidad grabados paleolíticos. Desgraciadamente para entonces el yacimiento que se encontraba en la entrada de la cueva había sido casi totalmente destruido. Entre 1909 y 1910 Hugo Obermaier dirigió una excavación en el pasillo inmediatamente posterior al vestíbulo, revelando una secuencia de 3 niveles arqueológicos (III- Musteriense; II-Solutrense/Auriñaciense; I- Magdaleniense) que sirvieron para definir la secuencia paleolítica de la región cantábrica.

El yacimiento y sus materiales fueron posteriormente objeto de la atención de numerosos investigadores, entre ellos Lawrence. G. Straus, Federico Bernaldo de Quirós, Pilar Utrilla o Elena Carrión. Sin embargo los problemas de la secuencia descrita por H. Obermaier, las dificultades para datar las distintas ocupaciones y los avatares sufridos por los materiales desde 1910, habían relegado al yacimiento a un segundo plano frente a otros yacimientos como El Castillo o Cueva Morín. Sin embargo, en el año 2008 Hornos de la Peña se incorpora junto a otras cuevas de la región cantábrica a la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, por la singularidad y riqueza de su arte rupestre. A principios de la década de 2010 se retoma el estudio de la cavidad por un equipo dirigido por Olivia Rivero. Este estudio tiene como objetivo abordar la revisión del conjunto artístico incluyendo una nueva topografía y una documentación gráfica actualizada (Rivero y Garate, 2013). Uno de los objetivos es el de demostrar la existencia de dos ciclos artísticos diferenciados (uno de inicios del Paleolítico Superior y otro Magdaleniense) y tratar también de contextualizar una pieza grabada recuperada en la excavación de Obermaier que se había puesto como ejemplo del primer arte auriñaciense de la región cantábrica (Tejero et al., 2008). En este contexto se inició un proyecto integral de revisión del yacimiento, que incluye desde el año 2016 la excavación de los testigos dejados por H. Obermaier y por los fosfateros en el vestíbulo y en el primer tramo de la galería principal de la cueva. Los primeros trabajos sobre esta secuencia acaban de ser publicados en la revista Journal of Archaeological Science: Reports (Rios-Garaizar et al. 2020).

La reexcavación de la sección preservada por H. Obermaier en esta zona de la cueva ha servido para volver a evaluar la propuesta estratigráfica que se ha mantenido en vigor los últimos 100 años. Los nuevos datos indican que, a grandes rasgos, la lectura de H. Obermaier fue correcta pero la secuencia es mucho más compleja que la descrita originalmente ya que frente a 4 niveles descritos por H. Obermaier nosotros hemos identificado al menos 15 unidades estratigráficas que abarcan desde el Pleistoceno Medio al Holoceno. Aunque hemos tenido problemas para identificar claramente la posición estratigráfica del Solutrense y del Auriñaciense hemos puesto de relieve la presencia de otros momentos de ocupación.

Estratigrafía del corte de H. Obermaier excavado entre 2016 y 2017

Son especialmente importantes las ocupaciones magdalenienses que se dan a techo de la secuencia (unidad 4) y que hemos datado en 13,790 ± 60 BP (OxA-36543), fechas propias del Magdaleniense Medio de la región. En este nivel se ha recuperado abundante fauna y restos de industria fabricados en sílex, entre los que se han identificado variedades como Monte Picota, Flysch, Treviño y Urbasa.

Industria ósea de la unidad 12 (1) y de la unidad 6 (2,3)

En el conjunto de unidades 5-12, que deberían corresponder con el nivel II de Obermaier (Solutrense/Auriñaciense), hemos identificado una unidad muy alterada (5) que ha proporcionado una datación idéntica a la de la unidad 4; otra unidad afectada por madrigueras (6) que hemos datado en 22,470 ± 140 (OxA-36545) que se corresponde con el final del Gravetiense o el inicio del Solutrense, y que ha proporcionado un escaso conjunto de industria lítica, una punta de asta y una cuenta fabricada en marfil; una serie de unidades fluviales (7-12) que han sido datadas en 25,120 ± 19 BP (OxA-36546) (Unidad 8) y que han proporcionado un exiguo material arqueológico que incluye unos pocos restos de fauna, algunas lascas y laminillas y un fragmento de azagaya de asta

Sin embargo la unidad más interesante ha sido la 13, que ha podido ser excavada en una mayor extensión. En esta unidad se ha recuperado un numeroso conjunto de industria lítica y fauna asociado a un hogar parcialmente desmantelado. El conjunto lítico está fabricado en distintas variedades de cuarcita y sílex (Monte Picota y Flysch) siguiendo esquemas de producción discoides que han generado abundantes puntas pseudolevallois. Estas características permiten vincular este nivel con el Paleolítico Medio regional de El Castillo, La Pasiega, La Flecha o Cueva Morín. Por debajo del nivel 13 hay otras dos unidades, de las cuales el 14 ha proporcionado escasos restos de fauna muy alterados. Estas unidades se disponen sobre una espesa costra estalagmítica que ha sido datada en 222,920 ± 10,090 (JRG-11.17).

Industria lítica de la unidad 13

Los trabajos arqueológicos en Hornos de la Peña aún no han concluido. Entre 2018 y 2019 hemos ampliado la excavación de las unidades 12-14 y hemos refrescado uno de los testigos conservados en el vestíbulo de la cueva. Estos trabajos están poniendo de relieve las ocupaciones del final del Paleolitico Medio e inicios del Superior y sin duda serán de gran importancia para tratar temas como la desaparición de los neandertales en la región cantábrica o la llegada de los primeros humanos modernos.

Referencias:

Rios-Garaizar, J., Maíllo-Fernández, J.M., Marín-Arroyo, A.B., Sánchez Carro, M.A., Salazar, S., Medina-Alcaide, M.A., San Emeterio, A., Martínez de Pinillos, L., Garate, D., Rivero, O. (2020). Revisiting Hornos de la Peña 100 years after. Journal of Archaeological Science: Reports 31, 102259. https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2020.102259

Rivero Vilá, O., Garate Maidagan, D. (2013). Arte parietal Paleolítico en la cueva de Hornos de la Peña (Cantabria): nuevos datos sobre su conjunto exterior. Zephyrvs, 72, 59-72. doi:10.14201/zephyrus2013725972

Tejero, J., Cacho, C., de Quirós, F. (2008). Arte mueble en el Auriñaciense cantábrico. Nuevas aportaciones a la contextualización del frontal grabado de la cueva de Hornos de la Peña (San Felices de Buelna, Cantabria). Trabajos de Prehistoria, 65(1), 115-123. doi:http://dx.doi.org/10.3989/tp.2008.v65.i1.138

 

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En el año 2014 me embarqué con Diego Garate (Universidad de Cantabria) un nuevo proyecto en el complejo de cuevas de Atxurra-Armiña (Berriatua, Bizkaia). La cueva de Atxurra fue excavada por José Miguel de Barandiarán en la década de 1960, revelando una secuencia en la que se proponía la existencia de ocupaciones del Paleólítico Superior Inicial, Solutrense, Magdaleniense, Aziliense y Prehistoria Reciente. Siguiendo la estela del proyecto realizado en la cueva de Arlanpe, pensamos que podría ser de gran interés revisar la secuencia de Atxurra para abordar algunos problemas claves de la Prehistoria Vasca actual, como por ejemplo la extensión y la cronología del Gravetiense Noaillense, o la naturaleza de los cambios ambientales y culturales a finales del Paleolítico Superior. Entre 2014 y 2015 refrescamos la sección preservada por Barandiarán en Atxurra, y en plena campaña de 2015 se produjo el hallazgo de los grabados paleolíticos del interior de Atxurra, lo que cambió completamente nuestra perspectiva sobre el yacimiento y lógicamente nos obligó a redimensionar nuestra investigación. Desde 2016 nos concentramos en la investigación del arte rupestre y de los contextos arqueológicos asociados a este arte, pero también planteamos la realización de sondeos en la cueva de Armiña.

Imagen de la excavación de 2017

Recientemente hemos publicado los resultados de esta excavación en Armiña en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.

La cueva de Armiña forma parte del mismo complejo cárstico que la cueva de Atxurra, siendo el piso inferior del sistema. Esta cueva conecta actualmente con Atxurra en dos puntos, uno situado al fondo del conducto principal de Armiña, que es el camino que actualmente utilizamos para acceder a las zonas decoradas de Atxurra, y el otro situado cerca de la entrada de Armiña y que conecta con la zona de entrada de Atxurra donde se localiza el yacimiento paleolítico. La entrada actual de la cueva de Armiña, situada junto a la carretera entre Markina y Lekeitio, se abrió al construir esta carretera a finales del siglo XIX. Las primeras exploraciones en la cueva proporcionaron algunos restos de fauna y dos láminas de sílex recuperadas por Barandiarán. Desde su descubrimiento la cueva ha sido usada como refugio y sondeada por furtivos, estando en general bastante maltratada.

a) Mapa con la localización de Armiña. b) Modelo 3D de la entrada de la cueva. c) planta de la zona de la entrada indicando la superficie excavada.
Corte estratigráfico de Armiña al finalizar la excavación de 2016.

La excavación realizada entre 2016 y 2017 permitió ver que en la mayor parte de la cueva no hay evidencias de presencia humana anteriores a la apertura de la boca de la cueva, excepto en la zona principal de excavación donde localizamos un único nivel con restos arqueológicos. Este nivel recoge una ocupación humana de muy corta duración, realizada sobre una plataforma estalagmítica. En esta ocupación, datada en el Magdaleniense Superior (hace unos 14.250 años), un pequeño grupo encendió una hoguera, procesó ocre y utilizó un número reducido de útiles de sílex. Aunque esta ocupación se realizó relativamente cerca de la entrada actual de la cueva planteamos que en el momento de esta ocupación esa entrada estaba cerrada, que el acceso a Armiña se hizo desde Atxurra (donde hay un nivel de habitación con una cronología idéntica a la de Armiña), siendo Armiña, por tanto, un contexto interno de cueva.

a) planta de la zona ocupada del nivel IV. b) detalle de la mancha de ocre. c) detalle de la hoguera
1) lámina recogida por Barandiarán en Armiña con huellas que sugieren que se usó para grabar en caliza. 2) lámina de sílex del nivel IV con huellas de corte, probablemente de madera. 3) punta de dorso del nivel IV fabricada en sílex de Treviño. 4) Núcle de sílex de Treviño reciclado como encendedor.

Generalmente los contextos internos de cuevas no han sido utilizados como lugares de habitación o para realizar actividades mundanas. Suelen estar asociados a contextos de arte rupestre o a actividades muy particulares, difíciles de explicar desde una lógica normal de actividades cotidianas, y que generalmente se han interpretado como actividades de carácter simbólico o ritual. En el caso de Armiña, además de esta poco común localización tenemos evidencias de una actividad también poco común, lo cual refuerza la impresión de que esta ocupación está relacionada de algún modo con actividades de carácter simbólico, tal vez íntimamente relacionadas con la actividad artística documentada en el interior de Atxurra.

Armiña es un ejemplo más de la rica y compleja relación de los grupos humanos del Paleolítico Superior con las cuevas. En la comarca donde la cueva de Armiña se encuentra la presencia humana durante el Magdaleniense es especialmente activa, incluyendo lugares de hábitat (Santa Catalina, Lumentxa), ocupaciones de corta duración (Abittaga, Atxurra, Laminak II) y varios conjuntos de arte rupestre (Atxurra, Armintxe, Lumentxa y Goikolau). Dentro de esta red de yacimientos Armiña sería un ejemplo de ocupación muy particular relacionada con actividades simbólicas.

Las excavaciones de la cueva de Armiña se realizaron entre 2016 y 2017 con subvención de la Diputación de Bizkaia.

Referencia:

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Arriolabengoa, M., Aranbarri, J., Rofes, J., Marín-Arroyo, A.B., Rivero, O., Intxaurbe, I., Arranz-Otaegui, A., Salazar, S., Medina-Alcaide, M.Á., Garate, D., 2020. Sporadic occupation in Armiña cave during the Upper Magdalenian: What for? Journal of Archaeological Science: Reports 30, 102271. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2020.102271

Referencias adicionales:

Garate, D., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Arriolabengoa, M., Medina-Alcaide, M.Á., Ruiz-López, J.F., Intxaurbe, I., Salazar, S., Libano, I., 2020. The cave of Atxurra: A new major Magdalenian rock art sanctuary in Northern Spain. Journal of Archaeological Science: Reports 29, 102120. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2019.102120

Intxaurbe, I., Rivero, O., Medina-Alcaide, M.Á., Arriolabengoa, M., Ríos-Garaizar, J., Salazar, S., Ruiz-López, J.F., Ortega-Martínez, P., Garate, D., 2020. Hidden images in Atxurra Cave (Northern Spain): A new proposal for visibility analyses of Palaeolithic rock art in subterranean environments. Quaternary International. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.quaint.2020.04.027

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Larrea Robles, M., Marín-Arroyo, A.B., Agudo Pérez, L., Cubas Morera, M., Garate Maidagan, D., 2019. La secuencia prehistórica de la cueva de Atxurra (Berriatua, Bizkaia): evaluación de las excavaciones de J.M. Barandiarán Ayerbe (1934-1935). Munibe (Antropologia-Arkeologia) 70, 21–34. https://doi.org/10.21630/maa.2019.70.15

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Acabamos de publicar en la revista Munibe (Antropologia-Arkeologia) los primeros resultados de una investigación liderada por Mikel Arlegi (UPV/EHU-Université de Bordeaux) y Asier Gómez Olivencia (Ikerbasque- UPV/EHU) sobre el célebre yacimiento de Koskobilo. La colina de Koskobilo se localizaba en la margen izquierda del río Arakil y al norte del pueblo de Olazti, en el valle de Burunda (Nafarroa). Actualmente lo que fue una colina es una especie de cubeta tras los trabajos de explotación de la cantera de caliza que proporcionó material para la fabricación de cemento en la factoría de Cementos Portland.

Los trabajos de explotación de la cantera del monte Koskobilo en los años 40 del siglo XX destruyeron un importante yacimiento arqueológico y paleontológico localizado en un sistema kárstico con cueva y simas, de los que hoy en día no queda apenas nada preservado. Los materiales provenientes de esos yacimientos fueron recogidos en las escombreras de la cantera a lo largo del siglo XX y se encuentran hoy diseminados en distintas instituciones y algunos de ellos, como el bifaz del que hablaremos luego, parece que irremediablemente perdidos. En 2016 una nueva visita a estas escombreras permitió recuperar un importante lote de piezas de sílex y de restos de fauna.

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Arriba, aspecto de la cantera de Koskobilo en 1945-46 (pseudo-ortofoto, fuente: Gobierno de Navarra). En moteado gris la extensión de la cantera, en moteado blanco la posición de las escombreras (según foto de Ruiz de Gaona, 1952). En el recuadro la posición aproximada de la cantera de los años 40 respecto al aspecto actual (2017) de la cantera (ortofoto, fuente:  Gobierno de Navarra). Abajo, vista de la cantera de Koskobilo tomada desde el SE (Ruiz de Gaona, 1952), se señalan dos puntos claves que son reconocibles en la pseudo-ortofoto superior, como son el parche de arbolado junto a la escombrera “b”, y el punto más alto de la cantera en la esquina SW de la misma. De hecho, debido al avance hacia el SW de la explotación de la cantera, es probable que la escombrera “b” fuese anterior en el tiempo a la escombrera “a”. (Arlegi et al. 2018)

El yacimiento de Koskobilo se descubre en 1940 tras una voladura que dejó al descubierto una sima de unos doce a catorce metros de profundidad colmatada de sedimento y con restos de huesos de animales. Estos restos fueron recogidos por Máximo Ruiz de Gaona (Ruiz de Gaona, 1941), quien con la ayuda del paleontólogo Gómez Llueca identificó restos de hipopótamo (Hippopotamus sp.), grandes bóvidos (Bos/Bison), rinocerontes (“Rhinoceros megarhinus”), caballos (Equus ferus), leopardo (Panthera pardus), hiena (Crocuta crocuta), oso pardo (Ursus arctos) y oso de las cavernas (U. spelaeus), así como diferentes especies de cérvidos y cápridos, a los que se añadieron algunos restos de castor. Posteriormente, Crusafont y Villalta publicaron en detalle los restos de castor (Castor fiber). En los años 50 el propio Ruiz de Gaona vuelve a recoger más restos en las escombreras de la cantera, siendo esta la primera vez en la que se hace mención de restos arqueológicos de industria lítica (Ruiz de Gaona, 1952). En 1955 J.M. Barandiarán recogió también algunos restos que posteriormente estudió M.A. Beguiristain (Beguiristain, 1974). Estas colecciones han sido objeto de estudio y de cierta polémica desde el momento de su descubrimiento por las interpretaciones contrapuestas de unos y otros autores. A pesar de estas discrepancias parece que hay un cierto consenso en considerar que en el yacimiento hay restos del Paleolítico Antiguo, Musterienses, Gravetienses y Solutrenses.

La nueva investigación se ha centrado en la revisión de las colecciones existentes y en el análisis detallado de los materiales recuperados en 2016. Los resultados indican que parece probable que los materiales provienen de dos depósitos diferentes. El primero con fauna del Pleistoceno Medio con ejemplos de hipopótamo, oso tibetano y posiblemente también macaco.

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Imagen virtual en vista oclusal (arriba) y bucal (abajo) de fragmento distal de M 3 derecho de Macaca sylvanus. Abajo a la derecha fotografía en vista bucal del fósil original (Arlegi et al. 2018)

A este momento podrían asignarse algunas de las piezas de la colección Ruiz de Gaona, más concretamente el bifaz y la raedera convergente de ofita, así como algunas de las piezas más alteradas con tecnología propia del Paleolítico Medio recogidas por nosotros en las escombreras de la cantera. Estos restos recuerdan al Paleolítico Medio Antiguo de otros yacimientos como Arlanpe, Lezetxiki o El Castillo.

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Bifaz de ofita publicado por Vallespí y Ruiz de Gaona (1974)

En el registro de fauna tendríamos representado también el Pleistoceno Superior, con osos de las cavernas que no deben ser más recientes de 25.000 años y que probablemente están relacionados con algunas de las evidencias líticas musterienses, auriñacienses (raspadores carenados, buriles de Vachons) y gravetienses (buriles de Noailles y de Raysse)

Finalmente nos encontramos con el conjunto Solutrense, al que no puede asignarse con claridad ningún conjunto faunístico. En este conjunto, el más abundante, destacan resultando especialmente llamativa la abundancia de lascas de reducción bifacial y preformas bifaciales que indican la existencia de un taller para la fabricación de piezas foliáceas, único en toda la zona Norte de la Península.

Figura foliaceas

Restos de industria lítica recuperados en la escombrera sur de Koskobilo en 2016. 1) Fragmento mesial de foliácea ligera, origen del sílex indeterminado; 2) Fragmento de preforma de punta bifacial, sílex de Urbasa; 3) Fragmento mesial de punta de foliácea unifacial, sílex de Urbasa; 4) Fragmento de preforma de punta bifacial, sílex de Urbasa; 5-8) Lascas de façonnage bifacial, sílex de Urbasa. (Arlegi et al., 2018)

Una vez más la reflexión es semejante a la que la que hicimos para otros yacimientos como Atxubita o Atxgakoa, la destrucción provocada por las canteras en una época en la que había poco o ningún interés por el patrimonio prehistórico nos ha impedido conocer el que probablemente fue el yacimiento paleolítico más importante de Nafarroa. A pesar de esta destrucción hemos podido dar algo de luz a este yacimiento y hoy en día podemos asegurar que en Koskobilo se dio una de las ocupaciones más antiguas del territorio y que probablemente en este lugar estuvo el taller de puntas solutrenses más importante de todo el Norte de la Península.

Referencias:

Arlegi, M., Rios-Garaizar, J., Rodríguez-Hidalgo, A., López-Horgue, M.A., Gómez-Olivencia, A., 2018. Koskobilo (Olazti, Nafarroa): nuevos hallazgos y revisión de las colecciones. Munibe (Antropologia-Arkeologia) 69.

Beguiristain, M.A., 1974. La colección Barandiarán de Coscobilo de Olazagutía. Príncipe de Viana 136-137, 345-401.

Ruiz de Gaona, M., 1941. Un yacimiento de mamíferos pleistocénicos en Olazagutía (Navarra). Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural 39, 155-160.

Ruiz de Gaona, M., 1952. Noticia del hallazgo y destrucción del yacimiento paleolítico superior más importante de Navarra. Actas del Primer Congreso Internacional de Estudios Pirenáicos, San Sebastián 1950, 157-168. Instituto de Estudios Pirenaicos.

Vallespí Pérez, E., Ruiz de Gaona, M., 1971. Piezas inéditas de tradición achelense en las series líticas de Coscobilo de Olazagutía (Navarra). Munibe 23(2-3), 375-384.

 

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La conservación de objetos de madera en yacimientos paleolíticos es muy poco frecuente, a pesar de que contamos con numerosas evidencias indirectas, por ejemplo a través de los análisis de huellas de uso, de que la madera fue una materia de uso corriente desde el Paleolítico Inferior. Curiosamente una buena parte de las evidencias disponibles provienen de yacimientos del Norte de Europa con cronologías de la segunda mitad del Pleistoceno Medio. Los objetos más famosos son las lanzas de Schöningen (Thieme, 1997), Clacton (Oakley et al. 1977) o Lehringen (Thieme y Veil 1985), pero hay otros menos conocidos como la lanza de Bad-Cannstatt que, con una cronología estimada de unos 400.000 años, sería probablemente el ejemplar más antiguo del registro europeo.

La cantera de travertino de Bad-Cannstatt, situada en el distrito del mismo nombre de la ciudad alemana de Stuttgart, fue excavada en las décadas de los 80 y 90 bajo la dirección de E. Wagner, descubriendo en ella un total de tres yacimientos Haas, Lauster y Bunker.

 

Inicialmente las dataciones situaron estos yacimientos en el MIS 7 (170–295 ka) (Wagner 1995), pero los análisis más recientes sugieren una cronología más antigua, en torno a 400 mil años, al menos para el yacimiento Bunker (Interglaciar Holstein, MIS 11- Haidle y Pawlik 2010). El yacimiento se caracteriza por la buena conservación de los restos orgánicos, tanto hueso como vegetales, lo que lo convierten en un lugar clave para estudios paleoecológicos. Entre los restos de fauna recuperados destacan los de elefante (Palaeoloxodon antiquus), rinoceronte (Dicerorhinus hemitoechus), ciervo, bisonte, caballo (E. antiquus), tortuga o lobo. La industria lítica es especialmente abundante en el yacimiento de Bunker, donde se recuperó una colección de varios miles de restos realizados fundamentalmente en caliza y sílex, generalmente de pequeño tamaño. Entre estos restos destacan los micro-choppers, que están acompañados de núcleos de lascas centrípetos, alguna lasca Levallois y algunas raederas (Wagner 1995).

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Imagen de los trabajos de excavación en el yacimiento (Wagner 1995)

El sector Haas del yacimiento se excavó entre 1980 y 1987 en una extensión de unos 50 m2, donde se recuperaron abundantes restos de fauna, generalmente de pequeño tamaño, muchos de ellos con señales de transporte, así como algunos restos mayores, incluyendo colmillos de elefante, rinoceronte, ciervo, bisonte o caballo.Entre los restos de fauna recuperados hay dos fragmentos dentales que inicialmente fueron interpretados como incisivos de ciervo (Adam 1986), y que posteriormente han sido interpretados como restos humanos, concretamente un canino inferior patológico y una raíz de un molar superior (Czarnetzki 1999, Street et al. 2006). La industria lítica estaba compuesta por  unos 1800 restos de industria lítica incluyendo 105 útiles retocados, choppers, micro choppers y piezas con retoque continuo (raederas y denticulados) (Wagner 1986, 1995). Los excavadores señalan también la presencia de una línea de posibles agujeros de poste, excavados en el travertino subyacente, de 1,55 m de longitud, que pudo formar parte de un parapeto.

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Ejemplos de micro-choppers del sector principal del yacimiento de Haas (Wagner 1986)

En 1987, en este mismo sector, pero en una zona algo separada de la excavación principal, en un área de unos 8 m2 se recuperaron diversos restos de madera acompañados de algunos artefactos líticos y restos de fauna, incluyendo un molar de elefante. La conservación de los restos de madera, que el propio Wagner los describe como fibras de madera englobadas en una especie de detritus arcilloso, era realmente mala (1995, pp 55).

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Aspecto de la madera en el momento de su excavación (Wagner 1995)

Los restos de madera se atribuyeron a Acer campester (Arce campestre), y fueron interpretados como una posible lanza de madera de unos 2.5 m de largo y 4 cm de diámetro. En la planta dibujada en la monografía (Wagner 1995, pp. 56, Figura 37), se ven tres segmentos de grandes dimensiones en conexión, uno de ellos con el extremo apuntado, y otros cuatro fragmentos más pequeños dispersos por la superficie excavada, estando uno de ellos también apuntado.

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Planta del sector con los objetos de madera (Wagner 1995)

En la foto de los fragmentos de madera una vez excavados y lavados (Wagner 1995, pp. 57, Figura 39), sólo se aprecia un posible segmento apuntado (esquina superior derecha).

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Aspecto de los fragmentos de madera recuperados (Wagner 1995)

La morfología y las dimensiones del objeto son semejantes a las de las famosas lanzas de Schoningen, sin embargo algunos autores han aducido la falta de información sobre el objeto, que desgraciadamente no se conserva, para poner en duda esta interpretación (Schoch et al. 2015).

Referencias:

Adam, K.D., 1986. Fossilfunde aus den Cannstatter Sauerwasserkalken. Fundberichte aus Baden-württemb. 11, 25–61.

Czarnetzki, A., 1999. The fragment of a hominid tooth from the Holstein II period from Stuttgart-Bad Cannstatt, S-W Germany. Human Evolution 14, 175–189. doi:10.1007/BF02440155

Haidle, M.N., Pawlik, A.F., 2010. The earliest settlement of Germany: Is there anything out there? Quaternary International 223, 143–153. doi:10.1016/j.quaint.2010.02.009

Oakley, K.P. e. a., 1977. A reappraisal of the Clacton spearpoint. Proc. Prehist. Soc. 43 13–30.

Schoch, W.H., Bigga, G., Böhner, U., Richter, P., Terberger, T., 2015. New insights on the wooden weapons from the Paleolithic site of Schöningen. J. Hum. Evol. 89, 214–225. doi:10.1016/j.jhevol.2015.08.004

Street, M., Terberger, T., Orschiedt, J., 2006. A critical review of the German Paleolithic hominin record. Journal of Human Evolution 51, 551–579. doi:10.1016/j.jhevol.2006.04.014

Thieme, H., 1997. Lower Palaeolithic hunting spears from Germany. Nature 385, 807–810.

Thieme, H., Veil, S., 1985. Neue Untersuchungen zum eemzeitlichen Elefanten-Jagdplatz Lehringen. Die Kunde. 36, 11–58.

Wagner, E., 1986. Jäger und Sammler im Cannstatter Travertingebiet. Fundberichte aus Baden-württemb. 11, 62–91.

Wagner, E., 1995. Cannstatt I: Grosswildjäger im Travertingebiet. Konrad Theiss Verlag, Stuttgart.

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