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Acabamos de publicar un artículo titulado “Human colonisation and vegetation response to Late Pleistocene to mid-Holocene climate variability in Northern Iberia based on a multiproxy analysis of the Atxurra cave-fill” en el volume 637 (2024) de la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, En este trabajo, liderado por el especialista en paleovegetación de la UPV-EHU, Josu Aranbarri, se presentan los resultados del estudio micromorfológico, mineralógico, palinológico y antracológico realizados a partir de la secuencia exterior del yacimiento de Atxurra (Berriatua).

El Dr. Aranbarri obteniendo las muestras de polen en la sección de Atxura en 2017

El yacimiento de Atxurra fue excavado entre 1934 y 1935 por J.M. Barandiarán y T. Aranzadi. Las condiciones de la excavación, la tardía publicación de los resultados y los avatares sufridos por los materiales arqueológicos recuperados condicionaron el análisis y la interpretación del yacimiento y de su secuencia estratigráfica. Recientemente, publicamos una revisión integral de la excavación de la década de 1930, certificando la existencia de una ocupación Gravetiense en la base de la secuencia, la ausencia de Solutrense, la presencia de Magdaleniense Inferior, de Magdaleniense Superior, la ausencia de Aziliense y la presencia de Neolítico-Calcolítico (Rios-Garaizar et al., 2019).

Entre 2014 y 2015 refrescamos la sección preservada por Barandiarán en Atxurra en una superficie de 1,5 m2. En plena campaña de 2015 se produjo el hallazgo de los grabados paleolíticos del interior de Atxurra, cuyo contexto arqueológico hemos publicado recientemente, y entre 2016 y 2017 publicamos el contexto arqueológico de Armiña, en el interior del sistema kárstico. En 2017, muestreamos las secuencias de Armiña y de Atxurra, obteniendo un registro de micromorfología y de polen.

Secuencia de polen de arboles y arbustos

Mediante la combinación de datos de sedimentología y micromorfología, polen y antracología obtenidos en Atxurra hemos pretendido caracterizar los cambios en el medio ambiente del entorno de la cueva a lo largo del tiempo. Combinando estos datos con los de otros registros cercanos hemos pretendido establecer la variabilidad de las condiciones ambientales en la región entre hace 35.000 y hace 7.000 años. Finalmente hemos tratado de caracterizar los patrones de asentamiento de los grupos humanos entre el Gravetiense y el Neolítico en la costa oriental de Bizkaia para establecer correlaciones entre las condiciones ambientales y la intensidad y naturaleza de la presencia humana en esta región.

La secuencia definida en Atxurra tiene un total de ocho unidades estratigráficas (I-VIII), algunas de las cuales han sido subdivididas en subunidades. Las dos unidades inferiores (VIII y VII), descansan sobre una espesa colada estalagmítica. Apenas han proporcionado restos arqueopaleontológicos y no disponemos de dataciones. El nivel VI tiene una antigüedad de 33.500 años y ha proporcionado material lítico típico Gravetiense, con buriles de Noailles. Las unidades V y IV datan del Magdaleniense inferior con geométricos. La unidad III que apenas ha proporcionado material arqueológico, pero sí restos de fauna, ocuparía el espacio del Magdaleniense Medio regional. La unidad II ha proporcionado fechas del Magdaleniense Superior Final idénticas a las del nivel IV de Armiña y a las de la Repisa de los Caballos. Finalmente, la unidad I ha ofrecido dataciones holocenas, contemporáneas con el Neolítico regional.

Atxurra muestra la evidencia más antigua de ocupación humana en la Cuenca del Lea, datada en hace unos 33.500 años (Gravetiense antiguo). Los datos ambientales indican un entorno dominado por coniferas, especialmente pino, y enebros, con una extensión limitada del bosque mixto atlántico, lo que sugeriría un clima frío y seco.

Durante el Último Máximo Glaciar la cueva fue abandonada por los grupos humanos y a escala regional son escasos los yacimientos que presentan evidencias de ocupación durante este periodo, siendo el más notable Antoliñako Koba.

Posteriormente, entre hace 19.400 y 18.400 años el ambiente se caracteriza por el predominio a escala local y regional de coníferas, principalmente pinos y enebros montanos, acompañadas de hierbas esteparias y la práctica ausencia de árboles y arbustos meso-termófilos, lo que refleja un clima árido y frío. Durante esta fase se producen en Atxurra las ocupaciones del Magdaleniense Inferior, del que hay unos pocos yacimientos en la Región Cantábrica (Las Caldas, Ekain, Erralla o Abauntz).

Restos de combustión en el nivel IVb (Magdaleniense Inferior) de Atxurra

En el periodo que ocuparía el Magdaleniense Medio, representado en Arlanpe, Santimamiñe y Antoliñako Koba, la cueva es de nuevo abandonada.

A finales del Pleistoceno, hace unos 15.500 años , se produce una expansión progresiva de los elementos que componen el bosque mixto atlántico, coincidiendo con la expansión regional del Magdaleniense. Las ocupaciones del Magdaleniense Medio y Superior en el valle de Lea son abundantes. Santa Catalina, Lumentxa, Abittaga, Armiña, Laminak II y Goikolau han revelado ocupaciones del Magdaleniense Superior Final. Parte del arte rupestre de Lumentxa, Armintxe, Atxurra, Goikolau y Abittaga fue realizado muy probablemente durante el Magdaleniense Superior. Además, parece que esos yacimientos desempeñaron diferentes papeles en las estrategias de asentamiento de estos grupos de cazadores-recolectores. Por primera vez se observa una verdadera articulación del valle del Lea con campamentos centrales, campamentos de caza, espacios simbólicos, etc. Esto sugiere un cambio radical en los patrones de asentamiento, con una reducción de la movilidad de los grupos de cazadores-recolectores y una mayor territorialización. Este cambio en el patrón de asentamiento coincide con la extensión del bosque mixto atlántico y la reducción de los ambientes abiertos de tipo estepario observados en la secuencia del relleno de la cueva de Atxurra. Esto estaría relacionado la recuperación de la humedad y temperatura al final del Pleistoceno.

El final de la secuencia de Atxurra, formado hace unos 7.700-7.000 años se define por la extensión regional del bosque atlántico mixto con abedul, roble caducifolio, aliso, tilo y especialmente avellano como taxones principales. Este registro no muestra ninguna evidencia clara de impacto humano sobre el paisaje durante el Neolítico.

Referencia

Aranbarri, J., Arriolabengoa, M., Rios-Garaizar, J., Aranburu-Mendizabal, A., Uzquiano, P., Arranz-Otaegui, A., González-Sampériz, P., & Garate, D. (2024). Human colonisation and vegetation response to Late Pleistocene to mid-Holocene climate variability in Northern Iberia based on a multiproxy analysis of the Atxurra cave-fill. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 637, 111996. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.palaeo.2023.111996

Referencias adicionales

Arriolabengoa, M., Intxaurbe, I., Medina-Alcaide, M. Á., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., LÍbano, I., Bilbao, P., Aranburu, A., Cheng, H., Edwards, R. L., & Garate, D. (2020). From cave geomorphology to Palaeolithic human behaviour: speleogenesis, palaeoenvironmental changes and archaeological insight in the Atxurra-Armiña cave (northern Iberian Peninsula). Journal of Quaternary Science, 35(6), 841–853. https://doi.org/10.1002/jqs.3225

Garate, D., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Medina-Alcaide, M. Á., Arriolabengoa, M., Intxaurbe, I., Ruiz-López, J. F., Marín-Arroyo, A. B., Rofes, J., García Bustos, P., Torres, A., & Salazar, S. (2023). Unravelling the skills and motivations of Magdalenian artists in the depths of Atxurra Cave (Northern Spain). Scientific Reports, 13(1), 17340. https://doi.org/10.1038/s41598-023-44520-w

Intxaurbe, I., Arriolabengoa, M., Medina-Alcaide, M. Á., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Salazar, S., Líbano, I., & Garate, D. (2021). Quantifying accessibility to Palaeolithic rock art: Methodological proposal for the study of human transit in Atxurra Cave (Northern Spain). Journal of Archaeological Science, 125, 105271. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.jas.2020.105271

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Larrea Robles, M., Marín-Arroyo, A. B., Agudo Pérez, L., Cubas Morera, M., & Garate Maidagan, D. (2019). La secuencia prehistórica de la cueva de Atxurra (Berriatua, Bizkaia): evaluación de las excavaciones de J.M. Barandiarán Ayerbe (1934-1935). Munibe (Antropologia-Arkeologia), 70, 21–34. https://doi.org/https://doi.org/10.21630/maa.2019.70.15

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Arriolabengoa, M., Aranbarri, J., Rofes, J., Marín-Arroyo, A. B., Rivero, O., Intxaurbe, I., Arranz-Otaegui, A., Salazar, S., Medina-Alcaide, M. Á., & Garate, D. (2020). Sporadic occupation in Armiña cave during the Upper Magdalenian: What for? Journal of Archaeological Science: Reports, 30, 102271. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2020.102271

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Acabamos de publicar en Scientific Reports el resultado final de las investigaciones realizadas en el interior de la cueva de Atxurra (Berriatua, Bizkaia). Esta cueva posee un conjunto decorado compuesto por más de un centenar de representaciones de animales grabadas. Todas ellas se encuentran localizadas en partes profundas de la cueva y la mayoría están ocultas en zonas elevadas, alejadas del pasaje principal. El sector principal es la «Cornisa de los Caballos», situado a 330 m de la entrada de la cueva. Se trata de un espacio de 12 m de largo y 1,5 m de ancho, elevado 4 m sobre el suelo de la cueva. Esta zona incluye casi cincuenta animales grabados y pintados, acompañados de una docena de herramientas de sílex, tres hogueras y un centenar de fragmentos de carbón de antorchas. Este extraordinario registro arqueológico nos permite valorar la complejidad de la producción artística en el interior de las cuevas durante el Paleolítico Superior. Este estudio ha confirmado la existencia de una planificación previa a la producción artística, tanto en los aspectos iconográficos (temas, técnicas, formatos), como en su ubicación (visibilidad, capacidad), y en los sistemas de iluminación. Además, los datos indican que el panel estaba decorado para ser visto por terceros desde distintas posiciones y que estaba expresamente iluminado para ello. Estas pruebas respaldan el papel del arte rupestre como sistema de comunicación visual en las sociedades del Paleolítico Superior.

Ortofotos georeferenciadas del suelo y la pared (giradas 180°) que muestran la ubicación de las herramientas de sílex encontradas en la superficie: (a) Lámina de sílex ATR.J.1120. (b) Caballo grabado y pintado en negro ATR.J.II.65, hallado justo encima de la última herramienta lítica. (c) Perfil de una huella grabada del último caballo. (d) Réplica de la hoja de sílex ATR.J.1120. (e) Las huellas de uso de la réplica muestran gran similitud con las encontradas en la herramienta arqueológica (ver información suplementaria Fig. 2, S6). (f) Perfil de un trazo grabado realizado con la réplica de la hoja de sílex ATR.J.1120, mostrando gran similitud con la arqueológica.

En el año 2015 I. Intxaurbe y D. Garate descubren parte del impresionante conjunto de grabados magdalenienses que alberga esta cavidad. En el año 2016, en paralelo al estudio del arte y al descubrimiento de nuevas áreas decoradas dentro de la cueva, se abordó la excavación de la «Repisa de los caballos», un espacio que se había mantenido casi inalterado desde el momento en el que las y los artistas magdalenienses grabaron en aquellas paredes figuras de caballos, bisontes, cabras y ciervas. Gracias a esta investigación pudimos recuperar el contexto en el que los grabados fueron realizados, registrando con precisión la posición de las hogueras y los fuegos con los que se iluminaron y los puntos donde abandonaron algunas de sus herramientas de sílex y los fragmentos generados durante el uso y la preparación de esas herramientas.

En la publicación original en Scientific Reports podéis recuperar abundante información sobre todos estas cuestiones, pero en esta entrada voy a centrarme específicamente en el análisis de las herramientas de piedra. El conjunto de herramientas y desechos líticos recuperado en Atxurra es de 32 restos, de los cuáles 5 son láminas, dos laminillas y el resto desechos de diversa naturaleza, incluyendo las diminutas esquirlas generadas por el uso y durante la reparación de las herramientas. Los restos son de sílex, principalmente del Flysch, aunque hay también sílex de procedencia lejana, del norte de los Pirineos. Las láminas son las típicas láminas anchas del Magdaleniense Superior que encontramos en el exterior de Atxurra, en Armiña o en Abittaga. Una de ellas está transformada en buril diedro y las otras tienen diversos retoques en los filos laterales y distales para acomodar las piezas para el uso. Es curioso que encontramos entre las esquirlas tipos de sílex que no están representados entre los útiles y que residuos que debieron haberse generado por el uso y el mantenimiento de algunos útiles no aparezcan entre el conjunto de esquirlas. Esto nos indica la movilidad de estos útiles, algunos de los cuáles fueron introducidos ya preparados al yacimiento mientras que otros que fueron usados allí no se abandonaron sino que fueron trasportados de nuevo al exterior de la cueva tras su utilización.

Para descubrir si esas herramientas fueron utilizadas en a ejecución de los grabados y si fueron configuradas de determinada manera para conseguir distintos efectos en esos mismos grabados, desarrollamos un programa experimental de grabado en caliza con herramientas de sílex. Este programa nos ha permitido relacionar un tipo concreto de filos con los distintos tipos de grabados realizados en Atxurra, especialmente los grabados con fondo plano y con fondo de sección en V. Además, nos ha permitido precisar las características de los desgastes micro y macroscópicos generados por las actividades de grabado en las calizas blandas del sistema kárstico de Atxurra.

El análisis de estos desgastes en las cinco láminas arqueológicas ha revelado la presencia de huellas relacionadas con el uso. La conservación de las huellas es buena, y sólo se ha observado alguna alteración química de las superficies debida a la meteorización. Las huellas se localizan en los extremos distales de piezas puntiagudas (dos casos), en los triedros formados por fracturas (dos casos), en un diedro de buril (un caso) y en los laterales de las láminas (3 casos) . En todos los casos las huellas están relacionadas con el trabajo sobre un material medianamente duro y abrasivo, siendo huellas de raspado, grabado e incisión. La comparación con las huellas experimentales obtenidas en el grabado de caliza blanda sugiere que todas estas piezas fueron utilizadas en la preparación y ejecución de las figuras grabadas. Así, hemos visto huellas en bordes laterales de raspado, con amplias extensiones, que sugieren el raspado preparatorio de la pared; huellas de incisión con los finos triedros de las fracturas, que podemos relacionar con los grabados finos profundos con perfil en V; y huellas realizadas con diedros o triedros más anchos que posiblemente haya que relacionar con los grabados anchos con perfil en U y fondo de código de barras que componen las figuras principales del panel.

Huellas de uso en los materiales arqueológicos recuperados en la repisa.

Resulta fascinante haber podido analizar las herramientas que los y las artistas de hace 14.000 años usaron para ejecutar unos grabados tan magníficos como los de Atxurra. Hay algunos ejemplos de herramientas vinculadas directamente con la realización de grabados en La Viña, Chauvet o en las cercanas cuevas de Ekain o Alkerdi II, pero en ninguno de estos casos se ha podido analizar un conjunto de herramientas tan completo como el de Atxurra. Además, entre os materiales recuperados en el sistema Atxurra-Armiña por J.M. Barandiarán en 1926 y etiquetados como procedentes de la Cueva de Armiña se encuentran dos láminas de sílex retocadas con huellas compatibles con grabado calizo muy similares a las de la «Repisa de los Caballos» (Rios-Garaizar et al., 2020).

Reconstrucción en realidad virtual de la «Repisa de los Caballos» utilizando la iluminación de las hogueras.

Garate, D., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Medina-Alcaide, M. Á., Arriolabengoa, M., Intxaurbe, I., Ruiz-López, J. F., Marín-Arroyo, A. B., Rofes, J., García Bustos, P., Torres, A., & Salazar, S. (2023). Unravelling the skills and motivations of Magdalenian artists in the depths of Atxurra Cave (Northern Spain). Scientific Reports, 13(1), 17340. https://doi.org/10.1038/s41598-023-44520-w

Referencias adicionales:

Arriolabengoa, M., Intxaurbe, I., Medina-Alcaide, M. Á., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., LÍbano, I., Bilbao, P., Aranburu, A., Cheng, H., Edwards, R. L., & Garate, D. (2020). From cave geomorphology to Palaeolithic human behaviour: speleogenesis, palaeoenvironmental changes and archaeological insight in the Atxurra-Armiña cave (northern Iberian Peninsula). Journal of Quaternary Science, 35(6), 841–853. https://doi.org/10.1002/jqs.3225

Garate, D., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Arriolabengoa, M., Medina-Alcaide, M. Á., Ruiz-López, J. F., Intxaurbe, I., Salazar, S., & Libano, I. (2020). The cave of Atxurra: A new major Magdalenian rock art sanctuary in Northern Spain. Journal of Archaeological Science: Reports, 29, 102120. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2019.102120

Intxaurbe, I., Rivero, O., Medina-Alcaide, M. Á., Arriolabengoa, M., Ríos-Garaizar, J., Salazar, S., Ruiz-López, J. F., Ortega-Martínez, P., & Garate, D. (2020). Hidden images in Atxurra Cave (Northern Spain): A new proposal for visibility analyses of Palaeolithic rock art in subterranean environments. Quaternary International. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.quaint.2020.04.027

Intxaurbe, I., Arriolabengoa, M., Medina-Alcaide, M. Á., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Salazar, S., Líbano, I., & Garate, D. (2021). Quantifying accessibility to Palaeolithic rock art: Methodological proposal for the study of human transit in Atxurra Cave (Northern Spain). Journal of Archaeological Science, 125, 105271. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.jas.2020.105271

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Larrea Robles, M., Marín-Arroyo, A. B., Agudo Pérez, L., Cubas Morera, M., & Garate Maidagan, D. (2019). La secuencia prehistórica de la cueva de Atxurra (Berriatua, Bizkaia): evaluación de las excavaciones de J.M. Barandiarán Ayerbe (1934-1935). Munibe (Antropologia-Arkeologia), 70, 21–34. https://doi.org/https://doi.org/10.21630/maa.2019.70.15

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Arriolabengoa, M., Aranbarri, J., Rofes, J., Marín-Arroyo, A. B., Rivero, O., Intxaurbe, I., Arranz-Otaegui, A., Salazar, S., Medina-Alcaide, M. Á., & Garate, D. (2020). Sporadic occupation in Armiña cave during the Upper Magdalenian: What for? Journal of Archaeological Science: Reports, 30, 102271. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2020.102271

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En el año 2014 me embarqué con Diego Garate (Universidad de Cantabria) un nuevo proyecto en el complejo de cuevas de Atxurra-Armiña (Berriatua, Bizkaia). La cueva de Atxurra fue excavada por José Miguel de Barandiarán en la década de 1960, revelando una secuencia en la que se proponía la existencia de ocupaciones del Paleólítico Superior Inicial, Solutrense, Magdaleniense, Aziliense y Prehistoria Reciente. Siguiendo la estela del proyecto realizado en la cueva de Arlanpe, pensamos que podría ser de gran interés revisar la secuencia de Atxurra para abordar algunos problemas claves de la Prehistoria Vasca actual, como por ejemplo la extensión y la cronología del Gravetiense Noaillense, o la naturaleza de los cambios ambientales y culturales a finales del Paleolítico Superior. Entre 2014 y 2015 refrescamos la sección preservada por Barandiarán en Atxurra, y en plena campaña de 2015 se produjo el hallazgo de los grabados paleolíticos del interior de Atxurra, lo que cambió completamente nuestra perspectiva sobre el yacimiento y lógicamente nos obligó a redimensionar nuestra investigación. Desde 2016 nos concentramos en la investigación del arte rupestre y de los contextos arqueológicos asociados a este arte, pero también planteamos la realización de sondeos en la cueva de Armiña.

Imagen de la excavación de 2017

Recientemente hemos publicado los resultados de esta excavación en Armiña en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.

La cueva de Armiña forma parte del mismo complejo cárstico que la cueva de Atxurra, siendo el piso inferior del sistema. Esta cueva conecta actualmente con Atxurra en dos puntos, uno situado al fondo del conducto principal de Armiña, que es el camino que actualmente utilizamos para acceder a las zonas decoradas de Atxurra, y el otro situado cerca de la entrada de Armiña y que conecta con la zona de entrada de Atxurra donde se localiza el yacimiento paleolítico. La entrada actual de la cueva de Armiña, situada junto a la carretera entre Markina y Lekeitio, se abrió al construir esta carretera a finales del siglo XIX. Las primeras exploraciones en la cueva proporcionaron algunos restos de fauna y dos láminas de sílex recuperadas por Barandiarán. Desde su descubrimiento la cueva ha sido usada como refugio y sondeada por furtivos, estando en general bastante maltratada.

a) Mapa con la localización de Armiña. b) Modelo 3D de la entrada de la cueva. c) planta de la zona de la entrada indicando la superficie excavada.
Corte estratigráfico de Armiña al finalizar la excavación de 2016.

La excavación realizada entre 2016 y 2017 permitió ver que en la mayor parte de la cueva no hay evidencias de presencia humana anteriores a la apertura de la boca de la cueva, excepto en la zona principal de excavación donde localizamos un único nivel con restos arqueológicos. Este nivel recoge una ocupación humana de muy corta duración, realizada sobre una plataforma estalagmítica. En esta ocupación, datada en el Magdaleniense Superior (hace unos 14.250 años), un pequeño grupo encendió una hoguera, procesó ocre y utilizó un número reducido de útiles de sílex. Aunque esta ocupación se realizó relativamente cerca de la entrada actual de la cueva planteamos que en el momento de esta ocupación esa entrada estaba cerrada, que el acceso a Armiña se hizo desde Atxurra (donde hay un nivel de habitación con una cronología idéntica a la de Armiña), siendo Armiña, por tanto, un contexto interno de cueva.

a) planta de la zona ocupada del nivel IV. b) detalle de la mancha de ocre. c) detalle de la hoguera
1) lámina recogida por Barandiarán en Armiña con huellas que sugieren que se usó para grabar en caliza. 2) lámina de sílex del nivel IV con huellas de corte, probablemente de madera. 3) punta de dorso del nivel IV fabricada en sílex de Treviño. 4) Núcle de sílex de Treviño reciclado como encendedor.

Generalmente los contextos internos de cuevas no han sido utilizados como lugares de habitación o para realizar actividades mundanas. Suelen estar asociados a contextos de arte rupestre o a actividades muy particulares, difíciles de explicar desde una lógica normal de actividades cotidianas, y que generalmente se han interpretado como actividades de carácter simbólico o ritual. En el caso de Armiña, además de esta poco común localización tenemos evidencias de una actividad también poco común, lo cual refuerza la impresión de que esta ocupación está relacionada de algún modo con actividades de carácter simbólico, tal vez íntimamente relacionadas con la actividad artística documentada en el interior de Atxurra.

Armiña es un ejemplo más de la rica y compleja relación de los grupos humanos del Paleolítico Superior con las cuevas. En la comarca donde la cueva de Armiña se encuentra la presencia humana durante el Magdaleniense es especialmente activa, incluyendo lugares de hábitat (Santa Catalina, Lumentxa), ocupaciones de corta duración (Abittaga, Atxurra, Laminak II) y varios conjuntos de arte rupestre (Atxurra, Armintxe, Lumentxa y Goikolau). Dentro de esta red de yacimientos Armiña sería un ejemplo de ocupación muy particular relacionada con actividades simbólicas.

Las excavaciones de la cueva de Armiña se realizaron entre 2016 y 2017 con subvención de la Diputación de Bizkaia.

Referencia:

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Arriolabengoa, M., Aranbarri, J., Rofes, J., Marín-Arroyo, A.B., Rivero, O., Intxaurbe, I., Arranz-Otaegui, A., Salazar, S., Medina-Alcaide, M.Á., Garate, D., 2020. Sporadic occupation in Armiña cave during the Upper Magdalenian: What for? Journal of Archaeological Science: Reports 30, 102271. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2020.102271

Referencias adicionales:

Garate, D., Rivero, O., Rios-Garaizar, J., Arriolabengoa, M., Medina-Alcaide, M.Á., Ruiz-López, J.F., Intxaurbe, I., Salazar, S., Libano, I., 2020. The cave of Atxurra: A new major Magdalenian rock art sanctuary in Northern Spain. Journal of Archaeological Science: Reports 29, 102120. https://doi.org/10.1016/J.JASREP.2019.102120

Intxaurbe, I., Rivero, O., Medina-Alcaide, M.Á., Arriolabengoa, M., Ríos-Garaizar, J., Salazar, S., Ruiz-López, J.F., Ortega-Martínez, P., Garate, D., 2020. Hidden images in Atxurra Cave (Northern Spain): A new proposal for visibility analyses of Palaeolithic rock art in subterranean environments. Quaternary International. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.quaint.2020.04.027

Rios-Garaizar, J., San Emeterio, A., Larrea Robles, M., Marín-Arroyo, A.B., Agudo Pérez, L., Cubas Morera, M., Garate Maidagan, D., 2019. La secuencia prehistórica de la cueva de Atxurra (Berriatua, Bizkaia): evaluación de las excavaciones de J.M. Barandiarán Ayerbe (1934-1935). Munibe (Antropologia-Arkeologia) 70, 21–34. https://doi.org/10.21630/maa.2019.70.15

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En Agosto del año 2008 excavando en el sector de entrada de la cueva de Arlanpe (Lemoa, Bizkaia) nos topamos con un gran bloque de caliza en uno de los límites de la zona excavada. En aquel momento no podíamos ni sospechar el valor y la relevancia de dicho bloque, así que decidimos dejarlo en su sitio. Tres años después, en la última campaña que realizamos en Arlanpe, acometimos una limpieza de un derrumbe de una de las secciones que se había producido en invierno. Al recuperar el corte de la excavación extrajimos el bloque de su sitio, y al darle la vuelta para sacarlo vimos que tenía una serie de líneas grabadas en uno de los lados largos y estrechos.

Vista de la Peña donde se encuentra Arlanpe desde el Barrio de Gandarias (Lemoa)

Vista de la Peña donde se encuentra Arlanpe desde el Barrio de Gandarias (Lemoa) (J. Rios-Garaizar)

Todos nos emocionamos mucho y también nos pusimos un poco nerviosos. La excavación se paralizó en aquel momento y todos proponíamos nuestras interpretaciones del grabado. Teniendo en cuenta que la pieza estaba cubierta de sedimento y que solo se veía con claridad una línea curvada, las ideas que surgieron fueron de lo más variopintas, desde un pez al lomo de algún cuadrúpedo. Ese día el especialista en arte del equipo, Diego Garate, no se encontraba en la cueva, así que hubimos de esperar al día siguiente para conocer su opinión. A los pocos minutos de examinar el bloque Diego nos dijo que probablemente se trataba de una representación femenina esquematizada.

Aspecto de la "Dama de Arlanpe" en el momento de su extracción el 4 de Agosto de 2011

Aspecto de la «Dama de Arlanpe» en el momento de su extracción el 4 de Agosto de 2011 (J. Rios-Garaizar)

Días después nos decidimos a bajar el bloque para limpiarlo y estudiarlo en condiciones. Eramos conscientes de la dificultad del proceso, ya que la pieza, de grandes dimensiones y peso (unos 70 kg), no era fácil de transportar en condiciones normales, así que en un sitio con las dificultades de acceso de la cueva de Arlanpe, la tarea parecía casi imposible. Así que me cargué a la espalda el bloque, sujeto en un arnés metálico, y acompañado de Fran, uno de los arqueólogos que colaboraba con nosotros. Al cruzar el pasamanos sobre el acantilado pude oír un chasquido e inmediatamente después el peso del bloque arrastrándome hacia la empinada ladera. Se había roto uno de los tirantes del arnés y sólo gracias a que estaba bien asegurado a la cuerda guía y a que Fran me sujetó, pude evitar caerme o que se cayese el bloque ladera abajo. A partir de ese momento se hicieron cargo del bloque Diego, Álvaro, Ander, Juancar y Fran, y no con pocas dificultades, incluyendo una empinada ladera y lograron trasladarlo más de 500 m por un camino muy accidentado, hasta el caserío Arlanpe, donde dejábamos los coches. Después en el Arkeologi Museoa, con la ayuda de la restauradora, Laura García, procedimos a la limpieza de la pieza. Posteriormente Theodoros Karanpaglidis, por aquel entonces técnico de multimedia del CENIEH, vino al museo con el escáner láser para realizar un modelo 3D del bloque.

Escaneando el bloque en el Arkeologi Museoa

Escaneando el bloque en el Arkeologi Museoa (J. Rios-Garaizar)

Ahora, cuatro años después de su descubrimiento, hemos visto por fin publicado el trabajo donde describimos el bloque y las figuras representadas, y donde discutimos además las implicaciones que esto tiene para comprender la función de la cueva de Arlanpe durante el Magdaleniense. También nos ha servido para comprender algunas cuestiones realmente interesantes como la unidad cultural en torno a determinados símbolos durante este periodo, o las implicaciones que la datación temprana de estas manifestaciones de Arlanpe tiene para la comprensión del proceso de colonización del Norte de Europa al final de la última glaciación.

El bloque presenta una figura clara, que hemos denominado la «Dama de Arlanpe» (Arlanpeko Dama), en la que se han representado el torso, las piernas, los brazos y la cabeza. Esta figura se ajusta perfectamente al estilo y recursos de representación de las Figuras Femeninas Esquematizadas (FFS) o del tipo Gönnersdorf-Lalinde, que aparecen frecuentemente en el Magdaleniense Superior en Francia y Alemania. Además de ésta hay otras dos figuras apenas esbozadas, una de ellas con torso y brazos, y la otra solamente con el torso, que se ajustan también a este esquema, aunque no son tan evidentes. Además de estas figuras hay otros trazos grabados más difíciles de interpretar.

Fotografía de la "Dama de Arlanpe" y detalles de los grabados (D. Garate)

Fotografía de la «Dama de Arlanpe» y detalles de los grabados (D. Garate)

Resulta llamativa la presencia de este bloque grabado en un contexto que, por el resto de evidencias materiales, se ha interpretado como un modesto alto de caza, donde de manera puntual se realizaron algunas actividades relacionadas fundamentalmente con la reparación de armamento. El contexto al que se asocia el bloque ha sido fechado en torno a 17.500 calBP, esto es, en pleno Magdaleniense Medio. Por la posición del bloque y de los grabados es probable que este estuviese hincado en el suelo, con la cara principal mirando hacia la entrada de la cueva.  Estas evidencias nos han llevado a plantear que la cueva pudo tener algún tipo de función menos mundana. En este sentido parece que los usos rituales de cuevas durante el Magdaleniense Inferior y Medio son un fenómeno relativamente frecuente en la Región Cantábrica, como puede observarse en sitios como Erralla, Praile Aitz, el Juyo, El Mirón o La Garma A (Arias 2009).

Sin embargo el mayor interés radica en el carácter excepcional de esta pieza en la Región Cantábrica. Hasta el momento se habían identificado figuras semejantes en los conjuntos parietales de El Linar y Altamira en Cantabria, y en la cueva vizcaína de Arenaza (Garate 2004, Ripoll 1989). Estas posibles representaciones femeninas esquemáticas están apenas esbozadas y prácticamente lo único que puede identificarse en ellas es la unión del torso y las piernas. En otras regiones como las francesas de Perigord o Midi, este tipo de figuras son bastante comunes. Entre estas regiones y la Región Cantábrica existe una vinculación cultural evidente, que queda reforzada claramente con el bloque de la Dama de Arlanpe.

Figuras femeninas esquemáticas: Les Combarelles (C. Archambeau); b. Lalinde (A. Roussot); c. Magdeleine-la-Plaine (E. Ladier); d. Fronsac (B. and G. Delluc); e. and f. Gönnersdorf (G. Bosinski); g. Andernach (G. Bosinski); h. Hohlenstein-Bärenhole (G. Bosinski); i. El Linar (San Miguel y Muñoz); j. Arenaza (D. Garate); k. Altamira (S. Ripoll)

Figuras femeninas esquemáticas: Les Combarelles (C. Archambeau); b. Lalinde (A. Roussot); c. Magdeleine-la-Plaine (E. Ladier); d. Fronsac (B. and G. Delluc); e. and f. Gönnersdorf (G. Bosinski); g. Andernach (G. Bosinski); h. Hohlenstein-Bärenhole (G. Bosinski); i. El Linar (San Miguel y Muñoz); j. Arenaza (D. Garate); k. Altamira (S. Ripoll)

Además, las dataciones del Magdaleniense Medio de Arlanpe hacen de esta pieza una de los ejemplos más antiguos de este tipo de representaciones junto a las de la Magdeleine-la-Plaine, Villars, Gourdan o Mas-d’Azil, todas ellas en Francia. El hecho de que estas representaciones sean más recientes en el Centro y Norte de Europa que en la región Franco-Cantábrica sugiere que este tipo de símbolos se originaron en este área y que acompañaron a los grupos humanos que re-colonizaron el Norte de Europa al final de la última glaciación.

Mapa de distribución de las FFS en Europa (R. Bourrillon)

Mapa de distribución de las FFS en Europa (R. Bourrillon)

El «Bloque de las Venus de Arlanpe», y especialmente la figura que hemos denominado la «Dama de Arlanpe», son ejemplos notables del arte paleolítico tanto por su fuerza expresiva y su belleza como por las implicaciones que tienen para conocer la vida de estos grupos de cazadores-recolectores, o para abordar cuestiones como la relación cultural entre regiones geográficamente distantes o como los procesos de difusión de ideas y símbolos a lo largo de Europa.

Fotos y calcos de las figuras grabadas (D. Garate)

Fotos y calcos de las figuras grabadas (D. Garate)

Quiero acabar estas líneas con un sincero agradecimiento a todos los que han colaborado en las excavaciones de Arlanpe y al resto de firmantes del artículo. Quiero también señalar que hoy por hoy la pieza se encuentra almacenada en el Arkeologi Museoa de Bilbao, a la espera de que se incluya en la exposición para disfrute de todos los visitantes.

Referencia del artículo:

Rios-Garaizar, J., Garate, D., Bourrillon, R., Gómez-Olivencia, A., & Karampaglidis, T. (2015). The Venuses Block From Arlanpe Cave (Northern Iberian Peninsula): Implications for the Origins and Dispersion of Gönnersdorf-Lalinde Style Depictions Throughout the European Magdalenian. Oxford Journal of Archaeology, 34(4), 321–341. http://doi.org/10.1111/ojoa.12062

(academia)

Referencias:

Arias, P. (2009). Rites in the dark? An evaluation of the current evidence for ritual areas at Magdalenian cave sites. World Archaeology, 41(2), 262–294. http://doi.org/10.1080/00438240902843964

Garate, D. (2004). Nuevas investigaciones sobre el arte paleolítico de la cueva de Arenaza (Galdames, Bizkaia). Munibe, 56, 3–17. Retrieved from http://www.creap.fr/pdfs/Garate-Arenaza-Munibe-04.pdf

Rios-Garaizar, J., Garate Maidagan, D., & Gómez-Olivencia, A. (2013). La cueva de Arlanpe (Lemoa). Ocupaciones humanas desde el Paleolítico Medio Antiguo hasta la Prehistoria Reciente. Kobie serie BAI 3. Bilbao: Diputación Foral de Bizkaia. Retrieved from http://www.bizkaia.net/fitxategiak/04/ondarea/Kobie/PDF/7/Kobie_BAI_3_web.pdf

Ripoll, S. (1988/1989). Representaciones femeninas de la Cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria). Ars Praehistorica, VII/VIII, 69–86. Retrieved from https://www.researchgate.net/publication/275033241_Representaciones_femeninas_de_la_Cueva_de_Altamira_%28Santillana_del_Mar_Cantabria%29

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